28 ene 2024

Contrastes.

Escribía hace unos días sobre las dudas que en ciertos momentos podemos tener los dominantes.

Me permitía “el lujo” de exponerlo y comentaba que realmente es complicado encontrar donde acudir en busca de consejo.

No ha pasado demasiado desde que escribí ese post, pero, sin embargo, este que estáis leyendo sí que tardaré algo más en compartirlo.

En parte, por esa necesidad de mostrar ciertas cosas cuando a mí me viene bien y por otra, porque sé que escribo “en caliente” y que, de alguna manera, esto es un ejercicio personal de desahogo.

Hay momentos que no son buenos. No todo tiene que estar relacionado con el BDSM, pero inevitablemente influyen en el.

Estoy en una etapa de esas. Cuestiones personales que me tienen especialmente sensible y otras, ya de aspecto más bedesemero a las que les sigo dando vueltas sin encontrar una respuesta clara. Sí, esas dudas de las que hablaba en ese post.

Y, contra todo pronóstico, no todo va tan bien como acostumbra en mi relación D/s.

Hay alguna marejadilla en lo que suele ser un mar en calma.

Iba a escribir: No me preocupa.

Pero no estaría siendo del todo sincera.

Sé, estoy convencida, de que es algo que se va a solucionar. Tengo claro que la balanza de mi relación se inclina mucho más hacia lo bueno, que a lo menos placentero.

Pero hace un rato que en mi cabeza está la posibilidad de “pedirle vacaciones” (De unos días) a mi sumiso. Necesito cierta distancia para pensar con claridad y que las cosas del día a día no afecten a las de este ámbito.

Bien podría escribirle ahora mismo, explicarle esta necesidad y no me cabe duda de que lo entendería perfectamente y sin ningún tipo de reproche la aceptaría.

Sin embargo, saber esto me hace sentir más culpable por querer algo así.

Yo no estoy bien, vale. Pero estoy segura de que él tampoco lo está todo lo que debería. Así que no puedo permitirme no estar. De hecho, no quiero hacerlo.

Es un bucle muy complicado donde confluye la necesidad más propia, el egoísmo, y la responsabilidad de cuidar un vínculo que importa mucho.


 

¿Y por qué escribo sobre esto?

Pues, de nuevo, un triste intento de normalizar por encima de estereotipos.

Eso y decirme a mí misma (Y a quien en algún momento pueda verse en una situación así) que no pasa nada por no estar al 100 x 100. Qué es de lo más lícito y normal en un mundo con tanto teatrillo de cara al exterior.

Y ahora que acabo este post, lo hago con la sensación de que, tengo la suerte de poder escribir esto. De que, al leerlo, habrá quien sepa entenderlo, igual que mi sumiso, entendería que le hubiera pedido “vacaciones”. Sé que arqueará la ceja cuando sepa que preferí “comérmelo” a planteárselo. Y que probablemente, tendremos que hablar de esto...

Pero esta suerte no está al alcance de cualquiera y yo, la tengo cada día.

0 comentarios:

Publicar un comentario