16 jun 2024

Y, sin embargo...

El otro día comenté de pasada que, actualmente, siervo es mi único sumiso y que, por ahora, no hay ninguna intención de que esto vaya a cambiar.

Creo que es algo que he mencionado por primera vez por aquí, pero que en realidad lleva meses siendo así.

Evidentemente, él ya lo sabía. Y creo que hasta recordará el momento en el que fui capaz de reconocerlo y verbalizarlo. Y, aunque hubo sorpresa, tampoco le costó entenderlo.

A mí quizás un poco más.

Llevaba mucho tiempo siendo “Dueña compartida”, y cuando solo tenía un sumiso, era raro que no estuviera abierta la posibilidad de incluir a alguno más.

Siempre he pensado que cada persona te puede aportar cosas diferentes y los que vivimos la D/s, tenemos la suerte de poder disfrutarlas.

Sigo pensándolo, pero, sobre todo, a raíz de mi regreso al BDSM, he sido mucho más consciente de la responsabilidad que implica (no me malentendáis, también lo sabía antes, aunque pensaba que lo gestionaba adecuadamente) tener una relación D/s y poder llevarla con todo lo que implica:

Capacidad, tiempo, etc.

Ahora mi vida ha cambiado bastante y eso hace que me priorice en muchos sentidos. Mi disponibilidad no es la misma, y, tengo claro que gran parte de este cuidado propio, pasa también por lo mental y lo emocional.

Hasta aquí, la explicación lógica, y en la que se fundamenta una gran parte de mi decisión…

Sin embargo, hay algo más, puede que, sin tanto sentido, pero también con mucho peso.

No siento que necesite a nadie más.

Quizás eso sí es complicado de entender. Al final, mi relación con siervo es la que es, y a pesar se salga de muchos de los estándares de una D/s, mentiría si dijese que me falta algo. Siento que lo tengo todo.

… Aunque me falten muchas cosas…

Y explico esto último.

Claro que echo de menos un montón de situaciones, que podría vivir con otra persona. Más cercanía, más ocasiones de compartir tiempo juntos…

Y, creo que tampoco me resultaría muy complicado conseguirlo.

Pero es que ahora no me planteo nada que no sea con él.

Si quiero algo ocasional, ya tengo con quién. Y a nadie le amarga un dulce, pero como escribí hace algunos posts:

Con siervo, tengo mi “propia tienda de chuches

Tardaré más en disfrutarlas, y será mucho menos de lo que me gustaría, pero, es que no quiero otras.

Sé cómo funciona esto. Al final los años dan experiencia y sirven para algo, y puede que en unos meses os esté contando que pienso y siento que puede haber alguien más…

Hoy por hoy, somos un binomio jodidamente imperfecto.

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