26 may 2024

No siempre...

A veces hay que decir que no. No es fácil, pero sí necesario.

Ayer, fue una de esas ocasiones donde hay que hacer “de tripas corazón”, plantar las cartas sobre la mesa y tirar de sinceridad.

Y la verdad es que no me apetecía mucho. Llevo días muy contenta y a gusto, pero pensé que hacía falta.

Cuando menos lo esperas, encuentras personas con las que hay feeling. Creo que notamos esas cosas, ¿verdad? Conectas de cierta manera y es sencillo interactuar con “cercanía”.

Así que cuando veo que, por la otra parte, surge alguna esperanza, prefiero aclarar las cosas y tratar de ser lo más sincera posible.

Y no creáis que es fácil. Por mucho que digan que las Dominas somos unas sobradas (y habrá de todo), la realidad es que no resulta sencillo conectar con alguien. Pensar que puede haber posibilidades de algo a largo plazo y que quizás hasta resulte bien (Al menos, para mí, no lo es).

No siempre se recibe de buenas maneras. A veces hay desplantes, rabietas, alguna vez malas formas. Otras parece que se entiende, pero cuando menos te lo esperas te encuentras con reacciones infantiles que te dejan patidifusa.

Supongo que nadie lleva bien una negativa.

 

Ayer, sin embargo, me sorprendió la reacción que tuvo esa persona. Ya lo hizo cuando nos conocimos. Había buen rollo previo, y se confirmó sobradamente al encontrarnos para tomar algo.

Me fijo en esos pequeños detalles y desde mi forma de verlo, son puntos positivos. Cosas que en otros momentos me hubieran llevado a plantearme opciones.

Como decía, incluso con la aclaración y la negativa por mi parte, su manera de responder me sorprendió (que triste es que cosas tan humanas lleguen a hacerlo).

No solo lo entendió perfectamente, sin un reproche ni nada que se le pareciera, sino que además fue el primero en decir que no iba a cambiar y querer que mantuviéramos el tipo de relación que tenemos.

No sé qué pasará el día de mañana. En otros momentos de mi andadura, me apetecía (y por aquí lo he contado) disfrutar de más de un vínculo D/s. Pero es cierto, que desde que regresé al BDSM, y aunque algún intento ha habido de recuperar ese pasado, todo me lleva a querer estar solo con siervo.

Estoy disfrutando mucho de lo que tenemos y no me apetece perderme ni un detalle de lo que compartimos.

Sé que no es incompatible con más opciones. Pero hay momentos para todo, y ahora, este es el mío.

Se agradece dar con personas que actúan de una manera adulta, sin presiones. Que días después se mantienen en su sitio, sin salirse de el y manteniendo ese mismo buen rollo.

Como digo, no sé qué pasará en un futuro, pero hay puertas que siempre apetecerá abrir más que otras.

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