22 may 2024

Cerca y lejos.

Acabo de responderle a mi sumiso un par de correos.

Estos días posteriores a habernos visto, parece que intentamos grabar los momentazos que hemos compartido.

Y ni así es posible conseguirlo.

Pero acabo de recordar uno sobre el que aún no he escrito. Y es uno de lo más simple.

La logística me falló esta vez… Y me vi cogiendo un taxi para poder encontrarnos. (Nada grave, que luego los ofendiditos…)

Cuando llegué al destino, no tardé en verle a través de la ventanilla, y el momento breve de pagar el viaje se me hizo más largo de lo que realmente era.

El taxista más majo y amable no pudo ser, pero yo lo que quería era bajarme rápido y estar con mi sumiso. Y puedo asegurar que esos… no creo que llegara a minutos… se me hicieron eternos.

Y ¿por qué la tecnología siempre falla cuando menos debe? ¿Será para darle a todo más emoción? Maldito datáfono…

Sea como sea, ahí estábamos. Yo metida en un taxi y él esperando enfrente de la sede del PSOE. Poco tiene eso de encuentro bedesemero la verdad, pero las circunstancias (Y mis palmeras) merecían lo surrealista.


 

Sin embargo, esas sensaciones de esos momentos, bien valen un post. Tan cerca y a la vez sentir que lo que más te apetece está tan lejos. A una ventanilla de distancia.

Los días previos a verle siempre son especiales. Muchas cosas se pasan por la cabeza, las ganas crecen por minutos, o por segundos. Ideas que van y vienen una y otra vez.

Como si nunca fuera a llegar.

Cuanto más se acerca el momento, es peor aún.

En esta ocasión, además, había algunas cosas que jugaban un tanto en contra, y aunque al final, la suerte se puso de mi lado (Salvo por el momento taxi), el encuentro se retrasó más de lo pretendido.

Así que, en ese instante donde casi podía rozarle, era cuando más lejos le sentía.

Esa sensación se esfumó rápido, en cuanto tuve las palmeras en mis manos… Y a él cerca.

Compartimos muchas cosas, a veces la lista se me hace infinita, incluso así, me descubro a menudo sorprendiéndome con otras, como estas, de las más tontas, poco importantes, pero que a su vez forman parte de un todo que nos lleva a estar donde estamos.

Seguramente asombra leer que una Dómina se muere de ganas por encontrarse con su sumiso, a mí me alucina lo contrario.

No me entra en la cabeza, más allá de la fantasía puntual y concreta, que haya que aparentar que no te importa la persona con la que estás y que casi es un privilegio que se te acerque.

Yo le quiero cerca, mucho de hecho. Tanto física como emocionalmente. Es necesario para conseguir todo lo que compartimos. Es más, cuando por cualquier causa nos distanciamos un poco, no me siento bien y sé que él tampoco.

 

20 / 5 / 2023.

 

Estaba revisando este post para programarlo. De nuevo hemos fijado una fecha en nuestra agenda, y aunque aún quedan unos días, esa vorágine de la que hablaba ya ha comenzado.

No puedo saber aún donde nos veremos por primera vez, ni qué pasará en esta ocasión…

No tengo ni idea de lo que me apetecerá cuando estemos juntos, pero tampoco me preocupa.

Bueno, realmente si hay algo que lo hace…

¿Habrá palmeras esta vez? Estaban buenísimas... Pero prefiero otro tipo de alimentos...

 

0 comentarios:

Publicar un comentario