7 feb 2024

El gusano estupendo.

Admiro mucho a Mi Dueña y, aunque a ella le molesta que lo digo, la considero superior a mí. Más lista, más sabia, más guapa, más empática, más intuitiva, más de todo que yo. Y eso me gusta porque hace que nuestra relación de verticalidad tenga toda la lógica del mundo y facilite la perfecta identificación del lugar de cada uno. Ella arriba y yo abajo. Ella ordena y yo obedezco. Ella Dueña y yo sumiso. Si es que no podría ser de otra manera...

Los cánones Femdom van también en esa línea: la mujer domina al hombre porque es superior a él. Aunque esa idea, como casi todas las que se expresan a modo de dogma y con voluntad generalizadora, difícilmente se sostenga. Habrá casos en los que sí, habrá casos en los que no. Pero yo tengo muy claro que el nuestro se enmarca en los primeros: Mi Dueña es superior a mí. Ya, ya van dos veces en dos párrafos, así que voy a dejar de repetir algo que no le gusta escuchar.

Esos cánones a los que me refería necesitan, a menudo, complementarse o reforzarse con un determinado lenguaje. De ahí que algún sumiso llame Dueña a su Dómina y que, a su vez, alguna Dómina llame gusano a su sumiso. Pocas cosas hay más arrastradas que un gusano, de manera que parece un término muy adecuado para referirse a un ser al que conviene siempre, también con el uso del lenguaje, recordarle cuál es su posición.

Así pues, soy un gusano. Y a mucha honra, debería decir, porque me encanta estar justo ahí abajo. Tan abajo como se pueda estar. Pero eso plantea un problema lógico: ¿todo lo que merece Mi Dueña es tener un gusano? Vaya... quizás al escribir los cánones habría venido bien una nota a pie de página resolviendo esta problemática cuestión. Porque la verdad es que chirría.

Mi Dueña no se merece un gusano. Lo que Mi Dueña se merece es lo mejor de lo mejor. En términos D/s, por tanto, se merece un sumiso estupendo. Y si yo soy su sumiso, pues será porque soy estupendo. Pero entonces el problema viene por el otro lado: ¿no estaré pecando de orgullo? Peor aún: ¿no estaré pecando de arrogancia? Pocas cosas parecen más inapropiadas para un sumiso que la arrogancia, claro está. 

Menudo problema tenemos planteado entonces. Quizás al final deba pensar que soy un gusano estupendo. Es una paradoja, no hay duda, pero casi todo lo que vivimos en la D/s se basa precisamente en la paradoja: me siento más libre que nunca por pertenecer a Mi Dueña, por ejemplo. Y puestos a hablar de paradojas o de ver las cosas desde otro prisma... ¿Y si todo fuera al revés?

Tengo la sensación de que no es la Dómina la que disfruta llamando gusano a su sumiso. Admitámoslo. Al menos yo lo hago: a mí me pone arrastrarme, saberme lo más abajo posible. Y no es el sumiso quien se hincha de orgullo por hacer cosas estupendas, sino que es su Dómina la que se enorgullece de tenerle, de disfrutarle, de recibir todo lo que él le da.

Y sobre todo, lo que creo que no se debe permitir nunca es que el lenguaje nos confunda. Como soy un gusano, pues no hace falta que haga nada por mejorar, ya está bien que mi condición sea esa. O como soy estupendo, pues Mi Dueña tiene que recompensarme a todas horas por ello. No, la cosa no va a así. Ser un gusano no es una excusa y ser estupendo no genera derechos. Más bien genera la obligación de serlo cada día más.

Al menos así lo veo yo.

el_siervo[AI]

 


 

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