En una de mis últimas experiencias en redes, un Dominante masculino me envió varios audios (Está muy de moda eso de enviarlos poniendo vocecitas profundas).
Me contaba que regresaba al BDSM después de un parón, pero que ya acumulaba 30 años de experiencia (Voy a incluir una anotación en mis perfiles diciendo que yo llevo 20, para que no intenten impresionarme con eso) y que buscaba una sumisa que no hubiera pasado por mil manos.
Permitidme que transcriba el mensaje literalmente:
“Y yo ahora que parto desde cero, como quien dice, aunque tenga experiencia de 30 años, pero como que me reincorporo a esto… pues lo que necesito es alguien que quiera empezar a aprender, no alguien que ya ha pasado por mil manos. No me apetece tampoco eso”.
Se quedó tan pichi. No le tembló la voz. Seguramente pensaba que su mensaje decía algo bueno de él.
Pero, vamos a desarrollarlo un poco:
Ya hemos hablado de lo innecesario que suele ser de base presumir de experiencia, y menos aún cuando no conoces a tu interlocutor. Es un claro ejemplo de que quieres aparentar y “dime de que presumes”.
Por otro lado, y esto puede ser ya algo totalmente personal, cuando un Dominante masculino lo hace conmigo, ya intuyo otras intenciones detrás y me pone en alerta.
Sin embargo, lo que más me ha chirriado de este mensaje es lo de:
“Necesito a alguien que quiera empezar a aprender, no alguien que ya haya pasado por mil manos”
El caballero presume de experiencia, pero, por el contrario, si es la sumisa la que la tiene, considera que “está demasiado usada”.
¡Qué feo.!
Una bandera roja como un castillo.
Lo que hay detrás de estas palabras es un claro “quiero a alguien que no sepa nada para poder manipularla a mi antojo, y si ya tiene experiencia no va a ser posible, así que no me interesa”.
Por no hablar de la condescendencia machista que implica lo de “pasar por mil manos”.
Es tremendo que se sigan normalizando este tipo de cosas. Y no, no voy a comprar eso de “cada uno busca lo que quiere” que puede ser muy lícito, pero cuando claramente no hay algo tan negativo detrás.
Partimos de la base de que cada relación empieza de 0, se tenga experiencia o no. El hecho de no tenerla no implica no tener las cosas claras (algo que le encanta a este tipo de personajes), ni que no se tenga el raciocinio suficiente como para dejarse manipular.
Por otro lado, si ya se tiene una trayectoria, muy probablemente sea más fácil comunicarse de una manera positiva y acercar posturas e intereses basándose en lo que se espera de una relación D/s. Pero, no quita para que la parte sumisa, no disfrute dejándose llevar y sintiendo como la parte Dominante va ganando, poco a poco, el control.
Gandalf diría: “¡Corred insensatos!”
Pues sí, corred, pero en dirección contraria si a estas alturas os encontráis a alguien así.
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