Reconozco, que no me resulta complicado tener estos debates. A poco que la conversación fluya, puedo percibir todas esas sensaciones que me produce quien está conmigo, notar como esa magia viene a mí.
No me es complicado recordar miradas, sonrisas… Momentos tan intensos que parecen irreales.
Soy afortunada y muy consciente de serlo. Tener algo tan verdadero no es sencillo en los tiempos que corren. Cuando conversas con personas que ves que sienten de una manera bastante afín a la tuya y que no encuentran a esa persona con quien poder desarrollarse, es inevitable sentir cierta pena.
Siempre digo que no es sencillo encontrar con quien vivir esto. Aunque ahora tenemos muchas más facilidades, más aplicaciones y páginas… También jugamos en una época donde los ritmos y las necesidades han cambiado o quizás no, pero si que somos más abiertos a la hora de plantearlas y eso da una variedad que hace años no teníamos.
Un mercado mucho más amplio, donde todos nos encontramos, pero nos resulta más difícil conocernos.
Leer a personas frustradas por no encontrar lo que buscan es el pan nuestro de cada día. Incluso que intentan cambiar para ajustarse a algo que no va del todo con ellos, pensando en que si ceden les resultará más sencillo.
No, no hay una solución fácil. Yo misma soy consciente de que, aunque pueda parecer que tengo una amplia “oferta”, la realidad es otra.
La oferta puede existir, que se ajuste a lo que realmente nos guste a ambas partes es otra cosa.
Ser Dominante no me hace adecuada para cualquier sumiso, ni viceversa. Y es tan sencillo como que cada uno tenemos unos gustos, unas necesidades y unos ritmos que muchas veces no son compatibles con lo que quiere la otra persona.
Tampoco es sencillo cuando das con esa persona. Hay que trabajar en multitud de factores para poder avanzar y hacerlo de una manera adecuada y sana para los dos.
¿Resignación? ¿Paciencia?...
No queda otra.
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