27 feb 2022

¿Ficción o Realidad?

A menudo observo desde la distancia como “se venden” algunas relaciones BDSM.

Y uso la palabra vender, y no otra, porque no estoy del todo segura de que realmente lo que se pretenda sea compartir una realidad si no una especie de adaptación bien guionizada para conseguir seguidores o likes.

Siempre he pensado que es sano compartir nuestras vivencias para que así quienes empiezan o quienes quizás tengan dudas en algún momento dado, puedan buscar opciones y replantearse cosas.

¿Pero hasta qué punto resulta beneficioso si lo que se muestra es mas producto de querer llamar la atención que de plasmar la realidad?.

Tengo la sensación que últimamente, preocupa más aparentar una perfección que realmente mostrar una realidad, y si se muestra parece que es necesario adornarla para recibir halagos.

Quizás va a ser cierto que detrás de las redes sociales hay muchas personas que solo pretenden hacer crecer su ego, aunque sea distorsionando la verdad.

Puede que yo misma lo haga. Es evidente que si muestro algo, intento que sea la parte positiva y no la negativa de mis relaciones, pero esto más que miedo a compartir algo que no es perfecto, suelo hacerlo mas por privacidad. Al final, las relaciones son de dos personas y yo solo muestro mi punto de vista, con lo que creo que sería injusto no poder aportar las dos visiones.

Obviamente, no voy a obligar a mis sumis@s a participar en algo que he creado y disfruto yo.

Pero no puedo evitar ser consciente de que día tras día se abre una puerta a una realidad que solo expone perfección, o mejor dicho que trata de exponerla.

 


 

Sumis@s duramente castigados por hechos que rara vez se explican… adoraciones que muestran un fervor casi religioso… Declaraciones de vida que poco corresponden con una verdadera realidad.

Todos estamos aquí para disfrutar, pero nos guste o no, no somos imprescindibles.

Podemos tener una relación maravillosa y puede dejar de serlo. Y eso no nos hace mejores ni peores. Pero tiene que haber una diferencia entre eso e idealizar relaciones.

Yo misma, que actualmente tengo relaciones y considero que son maravillosas (con sus cosas buenas y con sus cosas malas) no puedo decir algo diferente de las que he tenido en otras épocas y con otras personas.

Claro está que cuando algo se termina, duele. Que cuesta volver a estar preparados para emprender otra aventura (al menos para los que consideramos que esto no es cosa de un día) pero tratar de mostrar medallas autoimpuestas y hablar de que todo el futuro será negro si no se comparte con la persona actual, es totalmente irreal.

Todos son ciclos de los que podemos sacar aprendizajes positivos y también negativos. Y esta debería ser la realidad que mostrar y no únicamente la de la perfección guionizada.

Ni mis sumis@s ni yo somos perfectos, ni tratamos de serlo ni de exponerlo. Tenemos nuestros días donde todo es morbo y pasión, vicio y perversión, pero también  los hay de debate y reflexión, e incluso de enfado y distancia.

Probablemente quien nos conozca bien, notará que algo nos puede estar pasando pero en ningún caso fingiremos que todo es perfecto simplemente para aparentar.

Quizás puede ser porque no llevo mis relaciones a las redes sociales, quiero decir:

Todos mis sumisos están en diferentes sitios, más o menos activamente pero nuestra relación no se vive por ahí. Por ejemplo, no necesito que mis sumisos me den los buenos días en twitter por mucho que disfrute cuando veo a mi sumisa haciéndolo.

Tenemos diferentes parcelas que cubrimos con lo que queremos y con lo que nos aporta, sin necesidad de hacerlo más visible de cara al público.

Claro que se me cae la baba cuando alguien en un entorno real y privado me dice:

“Hay que ver cómo te mira..”

“Ni te imaginas lo que transmitís cuando estáis juntos”

“Qué bonito es ver como sonríe cuando la rozas…”

Porque sí, me encanta que se perciba algo que realmente es muy especial, pero creo que ahí está básicamente la diferencia, entre que se perciba y que se fuerce.

Es especial porque es real, tanto cuando es bueno como cuando es menos bueno.

Sinceramente creo que lo positivo de las redes es precisamente poder encontrarnos diferentes vivencias, en diferentes momentos y en diferentes estados.  Reflejar una realidad sin artificios ni guiones con las que alguien pueda llegar a entender lo que le está pasando en alguno de los muchos momentos por los que se pasa a la hora de establecer o de tener una relación D/s.

¿Compartir para aportar en vez de compartir para presumir?

… Quién sabe …

 

1 comentarios:

criadosumiso dijo...

Siempre compartir para aportar, pero la relación cuanto más personal, mas real y mas intensa, menos se ha de compartir por las redes sociales. Entiendo las redes como una plataforma para ir conociendo a las personas, pero no para alardear de nada.

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