Estaba yo la otra noche con mis manos enfundadas en unos guantes de latex, bien pringada de lubricante, en un parón por situaciones técnicas y necesarias y dije:
¡¡Sumiso, voy a escribir sobre esto!!
No creo que en ningún momento pasara por su cabeza que fuera a contar en mi blog con pelos y señales como es el proceso para profundizar en su trasero, pero después de darle alguna explicación me dio su autorización.
(Al cesar lo que es del de cesar, la idea me surgió con su trasero y hay que agradecérselo al protagonista).
A todos nos gustan las fantasías, y tendemos a romantizarlas en el sentido de hacerlas perfectas y sin algunos de esos fallos que le quitan todo el morbo.
Yo misma cuando escribo mis relatos no entro en muchos de esos detalles que pudiera parecer que enfrían un poco la situación y la hacen menos apetecible.
Pero aquí estamos para ser realistas, o yo al menos es lo que intento transmitir con cada uno de mis post.
Y si hablamos de sexo anal, ese momento tan excitante donde una Domina se enfunda su strap probablemente nos olvidamos del los previos.
Desconozco como planean los demás sus encuentros. Yo no soy de hacerme un guión de lo que va a suceder, me dejo llevar… Nos dejamos llevar. Y en este dejarse llevar, nos guste o no también influyen las normalidades del día a día: que si un retraso en la carretera, una llamada que no queda más remedio que atender, etc.
Así que esa parte de la fantasía de:
“El sumiso entra por la puerta, le bajas los pantalones y le haces tuyo contra la esquina…”
Bueno podría ser pero con matices, al menos en mi caso.
Esta que escribe es un tanto escrupulosa (todos tenemos nuestras cosas) y practicando sexo anal, los riesgos son los que son… Así que pudiendo prevenirlos, al menos se intenta.
¡Benditos enemas! Por cierto, hay unos con base de miel, que hacen maravillas y no irritan el interior de… ¡¡Emmm, no, el post no va de esto!!
Ya sabemos para lo que sirve un enema, así que no hacen falta explicaciones y claro que se puede jugar con eso también pero el desenlace es el que es. Y mientras el sumiso está en el baño (Quien disfrute con el scat genial pero en mis relaciones no es algo que se plantee)la Domina se queda un tanto compuesta y esperando.
No voy a dramatizar demasiado, un poco de música para escuchar lo menos posible, preparar, si es que no se ha hecho ya, algo de lo que vas a usar y un poco de esa “concentración mental” de la que yo al menos disfruto mucho.
Llega el momento, ya tienes a tu sumiso limpito y dispuesto. En la fantasía coges el strap lo diriges a su destino ¡y dentro!.
De nuevo, sí, podría ser. Si ha habido juegos previos, o un sumiso con tiempo disponible para facilitar este trabajo la fantasía podría convertirse en realidad… Incluso podríamos hablar de hacer un fist en menos de lo que canta un gallo (guiño – guiño… sumiso, ya tu sabes), pero la realidad nos hace ser sensatos y dedicar un tiempo a facilitar ese juego: lubricante… dedos, poquito a poco (No voy a hablar de teoría que por suerte hay grandes sitios para eso).
¿Suena poco morboso? Puede. Pero las consecuencias de no hacerlo pueden ser peores aun.
Así que paciencia y a esmerarse. ¿Lo positivo de este momento? Las miradas, sentir el cuerpo de tu sumiso de la manera más cercana… Tampoco vamos a dar detalles.
Y si todo va bien y no hay interrupciones, ¡¡ Por fin!! Coges tu dildo de latex, apuntas y dentro!! No… no. Mejor ir despacito también, aunque a veces te dejas llevar, o un movimiento involuntario y hay que parar, volver a empezar…
Que pudiera ser, que el sumiso tuviera toda la facilidad del mundo y casi te vieras con el dildo “secuestrado” por su trasero… (Este es un post serio, no quiero recordar situaciones con las que terminar resoplando por los calores (Guiño – guiño)) y teniendo casi que frenarlo en sus ansias anales, pudiera ser, pero al menos en mi experiencia, no suele ser lo habitual.
En fin, que hay que aceptar que todo tiene un proceso. Que tendemos a dejarnos llevar por el morbo y no ver toda la realidad que puede haber detrás de una práctica pero que es muy necesario tenerlo en cuenta.
Y aunque probablemente mi post resulte de lo menos provocativo y excitante (salvo para uno que yo me sé, que seguramente esté carcajeándose al leerme) la realidad es que incluso con todas estas salvedades se disfruta muchísimo.
Cuando llega el momento en el que todo fluye, las ganas son las mismas que cuando empiezas a hacerlo y te dejas llevar por ellas y todo lo demás no deja de ser una anécdota necesaria para llegar a lo que estás haciendo y disfrutarlo al máximo.
Podría incluir alguna anécdota y algún detalle más de lo que puede ocurrir, pero creo que se entiende el sentido de mi post de hoy.
Normalicemos lo que hay detrás de la fantasía, disfrutemos de todo lo que es necesario para realizarla…. Y sobre todo, y algo que de nuevo tengo que agradecer al culo protagonista de este post, lo más importante, es sentirnos cómodos con la persona con la que estamos compartiendo experiencias. Si es así, todo fluirá correctamente y querremos mucho más.
Yo al menos, ya pienso en la próxima vez en la que podré tenerle a cuatro patas y….
¡Que no! Que este no es un post de los miércoles!!
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