"Entre Sombras" : La Almohada

Me sentía totalmente ridículo.

Podía sentirla observándome desde atrás, imaginaba su sonrisa cruzando su cara.

Un “Te lo dije” resonaba en mi cabeza.

No sé en qué momento pensé que no sería capaz de algo así.

Lo veía demasiado humillante incluso para Ella.

Y de alguna manera extraña, ahí me tenía:

De rodillas, totalmente desnudo y con una almohada entre las piernas.

“Tú verás, por cada minuto que tardes va a ser un día mas que no uses eso que tanto quieres usar”.

Quizás fuera por las semanas que llevaba en la castidad más absoluta o porque esa situación me estaba excitando aun más por momentos…

Quizás era por sentirla detrás, observando si iba a ser capaz de llegar a algo así… o quizás es que simplemente tenerla cerca me llevaba a ese estado…

Pero en mi cabeza la idea de simplemente rozarme con aquella almohada resultaba aterradoramente placentera, y eso se unía a mi miedo a que no hiciera falta mucho más para terminar mojándola demasiado pronto.

“Al final tenía yo razón, esto te iba a gustar ¿verdad?”

Me dijo mientras su pie rozaba mi dura entrepierna provocando que aumentara mas mi vergüenza.

No era capaz de responderla. Si lo hacía usando la lógica, aquello no debería estar gustándome nada pero sin embargo allí estaba, excitadísimo.

“No voy a esperar todo el día”.

Sus manos apretaron sobre mis hombros y provocaron ese roce directo que yo tanto intentaba evitar.

Un gemido salió de mi boca sin poder evitarlo.

“Vamos… rózate un poquito…”

Dijo mientras empezaba a mover mi cuerpo.

Sentí como me humedecía sin remedio, aquello no podía ser peor… Mi mente volaba hasta ese temido final que no quería desear y ansiaba a partes iguales.