Cuantos blogs hay hablando de lo divino de las relaciones
D/s. Incluso en este rinconcito yo misma lo he hecho muchas veces. Porque si,
no vamos a negar que hay miles de cosas buenas. Probablemente muchas más cosas
buenas que cosas malas. Pero de las malas también es necesario hablar.
Aunque sea por aprender de ello y avanzar.
Hoy me toca hablar de esas cosas menos buenas. De cuando me
enfado. Tampoco creo que enfadar sea la palabra más adecuada, por todo lo
negativo que implica, pero creo que es la más sencilla para entendernos.
Que no todo es perfecto es algo que también sabemos. A veces
surgen roces o malentendidos y se afrontan de diferentes maneras.
En ocasiones, hay que soltar un poco de cuerda. Dar pequeñas
pistas esperando que se den cuenta y corrijan lo que no está bien. Por aquello
de no ponerlo todo en bandeja y fácil.
Pero a veces esto no funciona, y en vez de soltar hay que
tirar. Recapitular cosas que deberían estar aprendidas y que a veces por
conformismo se han olvidado o no se tienen tan en cuenta.
No es agradable hacerlo. Normalmente se tiende a culpar a
l@s sumis@s de los fallos, pero siempre he creído que la parte Dominante
también tiene que ver, y mucho, en que no todo vaya como debe.
En cualquier caso, sea cual sea el fallo, corregirlo no es
algo que resulte placentero y que por mucho que algunos crean, no se consigue “a
base de fusta”. Y mucho menos cuando como es mi caso, se disfruta tantísimo con
ella.
A veces, el “enfado”, viene cuando ves que tu sumiso se “auto
tortura” sin razón. Se carga con responsabilidades que no son las suyas, y se
preocupa de cosas por las que no debería hacerlo.
Ya, me vais a decir que esto es fácil decirlo pero no
hacerlo. Y estamos totalmente de acuerdo.
Puedo entender perfectamente que un sumiso sienta ciertas
cosas, lo que me cuesta más entender (tal y como yo veo este tipo de relaciones…
que cada uno con sus cosas…), es que no “confíe” en su Dom para contárselas y
prefiera llevar una carga que a veces les llega a superar.
Creo que si hay algo que repito desde hace tiempo a todos
los sumisos que he tenido, y que sigo haciendo, es que esto siempre es cosa de
dos. Que si algo no va bien, no va bien para los dos. Y que retrasarlo o
esconderlo no suele solucionar nada.
También tengo sumisos que suelen ser cabezotas (Ejems) y que
esperan ser capaces de solucionar ciertas cosas por sí mismos, aunque con ello
lo pasen mal… Probablemente en un intento de que yo no lo pase mal.
Como antes decía, no concibo estar sólo para lo bueno y para
disfrutar. Eso no entra en mi cabeza, ni
en mi manera de sentir y vivir la D/s.
Para terminar, y al hilo de mi anterior post. El hecho de
que surjan problemas o roces en una relación no implica que tenga que haber un
final. Al menos, dependiendo del tipo de relación que se tenga y de lo que
quiera cada uno.
A veces, este tipo de
situaciones, de momentos, sirven para afianzar aun más algo que merece mucho la
pena.
Y si, todo lo que tengo, merece mucho la pena. Por mucho que
pueda “enfadarme” a veces.
2 comentarios:
Buenas tardes Señora. Desde mi experiencia y otras vistas desde cerca es relativamente común este tipo de comportamiento al principio de una relación en sumis novat@s. Cuando llevas casi 20 años de tu vida relacionándote de una manera con tus parejas vainilla, es difícil cambiar el chip diario por muchas ganas que tengas. Yo lo hice inconscientemente aunque si tuve claro siempre que era mejor hablar de ello con mi Amo y eso siempre ayuda a corregir lo que haya que corregir. Un saludo!
Lumia de RyM
Que gusto da siempre leerte! Gracias por pasarte y dejar tu opinión.
Como ya hablamos ayer, que díficiles son algunas cosas y mas cuando las damos por hecho.
Sea como sea, cada paso merece la pena por complicado que sea.
Un besote grande, y saludos a Tu Señor.
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