Construir Realidades.

 A raíz de algunas conversaciones con mi sumisa y escribiendo mi anterior post me ha surgido la idea de complementarlo con este.

Hablaba el domingo pasado de toda esa fantasía que se vende en redes sociales de lo que viene a ser una relación D/s pero, ¿Y la realidad?

Creo que a veces con tanto intento de aparentar perdemos el fondo y el sentido de lo que es una relación D/s. Para aquellos que empiezan o quienes quizás se encuentran en un momento de replantearse su propia relación, es importante compartir herramientas con las que poder hacer frente esas dudas, inseguridades o miedos que se puedan plantear.

Lo que encontramos en redes normalmente tratan de visibilizar y quizás exagerar ciertos instantes, sin embargo, lo fundamental es lo que hay detrás de eso que se comparte.

Para mí una D/s se basa en una cosa, confianza.

Es fácil decirlo pero ¿Llegar a tenerla de verdad?

No estoy hablando de un juego pactado, ni de una práctica momentánea, lo hago siempre de una relación y de todo lo que implica.

Si fuera tan sencillo como rellenar un cuestionario pues no pasaría nada, pero si hablamos de relación hay que hacerlo de sentimientos con todo lo que ello implica.

Por mucho que nos una un morbo común, detrás de eso hay que asegurarse de que estás con la persona adecuada y no solo se trata de coincidir en gustos, hay que hacerlo en intereses y tener cierta visión a largo plazo.

La confianza no se consigue con juegos, y si me lo permitís diré que estos son los menos importantes.

¿Hablamos de complicidad?

Una de las cosas que más valoro de mis relaciones, de todas ellas, es que somos capaces (casi siempre) de comunicarnos sin palabras. Sonará a tópico, pero nos entendemos con una mirada.

A la hora de “sesionar” es una ventaja. Hay un lenguaje no verbal que nos mantiene unidos. No se consigue de la noche a la mañana ni tampoco sirve para relajarse y perder la perspectiva en estos momentos tan intensos y dejarse llevar sin más y olvidar el control.

Ambas partes han de tener claro que si algo va mal, es necesario expresarlo y esto ya no solo en ese momento de juego, aunque parezca que puede cortar el rollo o poner cierta distancia, suele servir para lo contrario.

La comunicación en una pareja D/s es fundamental.

Es una manera de compartir gustos, que van cambiando a medida que avanza la relación y de poder crecer con ella.

También es necesaria para afrontar miedos. Parece que siempre es la parte sumisa la que es más vulnerable, pero como Dominantes también tenemos momentos de dudas (Y no pasa nada por compartirlas con nuestr@s sumis@s).

Es una manera de que esa relación siga afianzándose esa confianza de la que antes hablaba y no en imposiciones u obligaciones, que normalmente van sobre una misma persona.

Sí, queda muy bonito presumir de darle 20 fustazos a tu sumis@ porque se “ha portado mal” y necesita “ser castigado”, pero también es importante saber que hay detrás de algo que no ha funcionado en un momento determinado y que ha supuesto una decepción.

De nuevo, tengo que hablar de ambas partes, porque no solo fallan los sumisos. Tiempo atrás escribí acerca de los castigos de los dominantes, y creo que es necesario visibilizar (incluso mucho más) que serlo no es sinónimo de perfección, ni de poder situarse en un altar imaginario que realmente no nos corresponde.

En una relación D/s debe de haber unión, y para eso es necesario caminar el uno al lado del otro, de la mano y entender que no vas a soltarte a las primeras de cambio. Es crucial saber, que si una de las partes necesita ir más despacio la otra no va a ver un problema y si una oportunidad de crecer junto con la persona con la que compartes algo muy especial.

Que está muy bien fardar de prácticas y vanagloriarse de la adoración casi mística, pero sabe mucho mejor estar orgulloso de lo que realmente se comparte en una relación y que no es necesario mostrar porque simplemente se siente.