13 jun 2021

Self Education

Otro de esos temas que vuelven a estar muy en la palestra últimamente es el de la educación de los sumisos.

Eso de que se comporten de determinada manera aunque su Dominante no esté presente, ya que son el reflejo de lo que es su Am@.

Puedo "comprarlo", pero hasta cierto punto.

Partimos de la base que para tener una relación de este tipo, es necesario un feeling muy especial, unos intereses comunes y unas maneras de ver y sentir más o menos parecidas.

Evidentemente, cuando estableces una relación D/s, en la dinámica que supone, se van implementando algunos cambios en el sumiso para "modelarlo" a tu gusto.

(Permitidme que no me extienda hablando de límites, acuerdos, negociaciones... Porque es algo que doy por hecho)

Mis relaciones suelen tener un aspecto poco social. Hasta ahora nos hemos centrado más en nuestros momentos propios, que en compartir de puertas para afuera.

Y cuando se ha dado el caso, creo que pocas veces ha hecho falta hacer mención a alguna cosa concreta sobre la que ellos tuvieran que prestar especial atención.

Quizás es que nos conocemos muy bien y suelen saber lo que espero y lo hacen de una manera muy natural.

Nunca ha existido la sensación de tener que preocuparme por la visión que pudieran dar mis sumisos cuando se relacionan con otras personas por cualquier medio.

Sé como son, por supuesto como sumisos y también como personas y tengo confianza plena en como resuelven cualquiera de sus interacciones.

De hecho, creo que hasta diría que en muchos momentos tienen más paciencia que yo, que tiendo a ser más borde y cortante.

No veo que tengan que ser un reflejo de nada. Sumisos sí, pero no títeres sin capacidades propias.

Y son Mis sumisos, no del resto. Así que si quienes interactúan con ellos esperan algo especial, es su problema...

Entiendo que para muchos ciertas formas sean especiales, y las crean necesarias, pero a estas alturas a esta que escribe que ha visto mucha hipocresía en muchos de los que defienden según qué cosas, tiene claro que lo único que importa es lo que nosotros queramos y no lo que algunos se empeñen en sentenciar.

Que mis sumisos tienen una educación perfecta e indudable, es un hecho. Pero no porque sea cosa mía, vienen así de casa. Y que tratan con el mayor de los respetos a cualquiera que se les cruza, también. Incluso con algunas personas a las que yo no se lo tendría.

Obviamente, no puedo estar más orgullosa de ellos y valorar el esfuerzo que hacen en determinadas ocasiones, para ser la mejor versión de sí mismos. Intentar agradarme con gestos que no siempre son los necesarios, pero que en algún momento pueden darse. 

 



Dejando claro ya el aspecto más principal y Bedesemero, estos días he leído con asombro, bastante negativo, como algunos Dominantes trataban de atribuirse méritos más allá de la relación BDSM, en parcelas como trabajo, estudios, etc.

Mis sumisos no dejan de serlo cuando no están conmigo. Creo que es algo se lleva dentro y que no se aparca a conveniencia, pero es una parte intima y privada y que nada tiene que ver en sus respectivas parcelas laborales.

Lo que hagan en su trabajo, estudios, y en otros muchísimos aspectos de su vida es cosa suya.

No me creo con el derecho, ni la capacidad, de meterme a aconsejar o tratar de influir de ninguna manera en ciertas cosas.

Si me plantean algún tema, puedo opinar, con toda la distancia que me da el ser consciente de que solo sabré la parte que me cuentan, pero nada más.

Puedo apoyar, de hecho no solo creo que debo hacerlo sino que me sale de manera natural, cuando noto que es lo que necesitan. O simplemente escuchar y ser un conducto de escape para que suelten cosas que quizás con otras personas no pueden hacerlo por las circunstancias que sean.

Pero ojo, esto es algo mutuo. Si a mí me hace falta, ellos están de igual manera.

Creo que quienes se creen en la potestad de influir en este tipo de parcelas, obedecen más a satisfacer su ego que a una realidad necesaria y sana para el sumiso.

Veo siempre en los argumentos que se dan para defenderlo, un rollo paternalista que me asusta (Y porque no decirlo, en muchos casos bastante machista) como si se quisiera convertir a los Doms, en algún tipo de Guía espiritual o quizás ahora sería más apropiado usar el término "Coach" que está tan de moda.

Parece que muchos olvidan que los Dominantes somos personas, igual que los sumisos, con nuestras virtudes y defectos. No tenemos capacidades especiales que nos conviertan en visionarios de la perfección.

Y por lo tanto, hemos de ser plenamente conscientes de donde no debemos meternos, e incluso valorar el aspecto más consecuente y sano de no hacerlo.

Tener como sumiso a alguien totalmente independiente, capaz y válido por sí mismo es un orgullo y un placer tremendo. Ver como se desarrolla en todas las demás facetas que no tienen que ver con la D/s es un privilegio del que podemos gozar, pero desde la barrera.

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