Una nueva contrarreloj.
La de hoy tiene nombre propio.
Martes de reencuentros.
De robarle horas a un reloj que siempre parece moverse demasiado rápido.
Sentir que ni el agua ha quitado tu olor de mi, de lo cerca que hemos estado.
Recordar la suerte que tenemos de ser.
Si, simplemente… ser.
Nosotros en cada momento, como nos apetece.
Sin normas, sin reglas. Tú y yo.
Entre sombras.
Fantasías creadas en momentos intensos, llenando algo que nunca falta.
Despertares ansiosos, arañando esos últimos minutos que no quisiéramos que acabaran.
Tu respiración agitada compaginando el calor de tus nalgas, ahogándose en mi cuello.
Tu mirada sorprendida detrás de esa mampara que se abría para completar algo de nuevo perfecto.
Cerrar una puerta pensando ya en volver a abrirla.
Con más ganas.
No se la luz de qué faro me acercó hacia ti
Sólo se que próximo estoy, a ti ofrecido,
Culpable de esta entrega que cayó sobre mí
No sé que extrañas aves anidaron en mí
Para sentirme aquí y ahora por ti encadenado
Poseído de deseos que ahora quiero vivir
No sé qué sinuoso camino me condujo hasta ti
Imagino que me tienes, ante ti arrodillado
Arrastrado por cadenas que antes nunca sentí
Esta noche me entregaré como nunca antes
0 comentarios:
Publicar un comentario