En mi último post antes del parón veraniego hablaba de este
momento en el que me encuentro.
Hablaba del cambio que supone dejar de analizar y limitarse
a sentir. Y la verdad, es que este mes de vacaciones no ha cambiado mucho este
sentimiento.
De hecho, horas después de una de esas conversaciones con Mi
sumiso, en las que parece que algo lo cambia todo, sigo intentando analizar el
por qué en un periodo corto de tiempo parece que mi mundo ha decidido girar
casi por completo.
Y es que no puedo evitar seguir sorprendiéndome a mi misma
actuando de ciertas maneras que hasta hace poco no se me habrían pasado por la
cabeza.
No solo me sorprenden, si no que las disfruto...
Llega un punto en el que intentas no analizar lo que ha
cambiado, y limitarte a quedarte con lo bueno y disfrutar, pero creo que dentro
de todo siempre hay algo que nos hace aprender.
Aunque yo no entiendo como algunas cosas han cambiado tanto.
Si hace un año, alguien me hubiera dicho que Mi sumiso iba a
llevar mi collar, en cualquier plataforma… me habría echado unas risas y ahora
no puedo evitar sonreír al verlo en cualquier sitio.
Y es que como siempre digo, la D/s implica una evolución.
Evolución que casi siempre se le adjudica por norma a l@s sumis@s, pero
nosotros también cambiamos. También suelo decir que cada persona te inspira
unos gustos (Claro que los hay comunes…) y que en función de eso necesitarás o
querrás unas cosas u otras. Lo que no me había planteado hasta ahora, es donde
podrían llegar esos gustos especiales.
Quizás es la complicidad la que tiene mucho que ver en estos
cambios. Dar con una persona con la que no hace falta hablar para saber que te
entiende:
“el silencio emergía de la comodidad. De la capacidad de estar callado sin necesitar llenar los huecos con palabras”
Alguien con la que la conexión va más allá de lo preestablecido
anteriormente y con la que sientes que ha llegado el momento de romper tus
propios límites.
Y sé que van a seguir cambiando cosas. Y que tendré que
seguir aprendiendo, asimilando y disfrutándolas.
Pero también sé que tengo a mi lado a alguien que me lo hace
todo muy fácil y cómodo y con quien también tengo la libertad de ser yo misma
en cada momento.
Si en ese último post, hablaba de lo afortunada que soy
este tiene que terminar con esas mismas palabras.
Tengo mucha suerte.
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