27 sept 2018

Clavos que sacan clavos..


Leía yo estos días en uno de esos sitios de debates bedesemeros en los que a veces te encuentras uno interesante, un post que hablaba sobre si en estos momentos donde parece ser que hay una agitación especial en el mundillo somos más dados a agarrarnos a un “clavo ardiendo”.

Personalmente me cuesta mucho, quizás demasiado, conectar con alguien.  Soy desconfiada de base,  y me doy demasiada prisa para descartar a según quien. 

Frases en las primeras conversaciones como “Quiero ser tuyo”, “estoy seguro de que soy lo que buscas” o un simple “a tus pies” me hacen correr en dirección contraria sin dar más oportunidades.

Después, soy de las que necesito ver para creer. Es decir, una vez que hay cierta conexión y algún interés, necesito ver que esa otra persona da pasos para que aquello se mantenga.

Y no nos vamos a engañar, realmente es complicado (o al menos a mi me lo parece) dar con alguien hoy por hoy con el que surja esa “mágica conexión” desde el primer día, que sepa leer entre líneas y se moleste en averiguar por si mismo lo que quieres, sin bombardearte con una retahíla de preguntas absurdas del tipo… ¿Y qué me haría en una sesión? ¡MUY COMPLICADO!


Así que no, siempre he tenido claro que prefería estar sola a agarrarme a ese clavo ardiendo. Creo incluso que hacerlo podría resultar más doloroso, ya que al final no tienes esa base necesaria y lo que mal empieza…  termina peor.


Tampoco vamos a negar que es difícil estar sólo, no tener a alguien con quien compartir y sentir. Y ese camino de búsqueda a veces es frustrante y cansado. Te topas con muchas personas que te desgastan y te quitan las ganas. Pero tampoco es motivo para liarse la manta a la cabeza y quedarse con el primero que te ofrezca “sumisión eterna”.  Si lo hubiera hecho alguna vez, ahora sí que tendría una cuadra, una perrera o ¡¡ un zoo entero!!. 


Siempre he sabido esperar, y por suerte el tiempo me ha demostrado que no me equivocaba. Cada minuto invertido con quien ha merecido y merece la pena, ha tenido y tiene su resultado.
Y aunque pueda pasar más tiempo sola que otras que por el simple hecho de tener una lista de collares en twitter (Cosas de las nuevas modas bedesemeras… ) aceptan al primero que se lo soliciten (o les hagan un ingreso en cuenta), he aprendido a disfrutar también de ese tiempo en soledad y no me he preocupado en si sería mucho o poco….
 


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