Como he comentado anteriormente, en ese tiempo entre mi regreso "oficial" y este momento actual, pasaron bastantes cosas.
Algunas tuve que plasmarlas, como esta que leeréis a continuación:
Pues sí. Seguía ahí.
Durante todo este tiempo si algo me preocupaba era si iba a ser capaz de volver a tener una sesión.
Cuando la inseguridad acecha, te acojona no estar preparado para algo que, según entiendo, requiere de toda la atención posible y que nada vaya mal y si lo hace, poder distinguirlo y frenarlo.
Me daba miedo no saber reconocer esas señales que llegan desde el otro lado. Malinterpretar cualquiera de las dos direcciones posibles, y no actuar en consecuencia.
Pero cuando ha llegado el momento, con la persona adecuada, he comprobado que una gran parte de AMAISTHAR continuaba ahí. Quizás con los sentidos más alerta que nunca y menos impulsiva que en otras ocasiones, pero seguía siendo yo.
Y... Ha sido la leche. Tanto que he sentido la necesidad de lanzarme a escribir.
Si comparase mis nervios, creo que se asemejarían bastante a la primera vez que tuve una sesión. Está claro que ahora jugaba con más ventaja, conocimiento y saber estar, pero a veces las cosas más simples son las que menos seguras parecemos tener.
Sobre todo, el confiar en la otra persona, que aun con su propia carga, ha sabido estar pendiente de mí y transmitirlo con cada gesto para ponérmelo más fácil.
Sé que se reirá cuando lea esto, pero también sonreirá sabiendo que en gran parte, si tenía que volver a dar un paso en este sentido, hacerlo a su lado me ha hecho sentir mucho más cómoda.
1 comentarios:
No sólo sonríe Usted ni el afortunado acompañante. Yo también sonrío satisfecho de que haya vuelto a disfrutar de su gran pasión. Estoy seguro de que el camino volverá a ser largo y extenso. Lleno de aventuras, lleno de experiencias. Y como decía esa canción, lo mejor de Usted aún está por llegar. :)
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