19 nov 2023

Somos unos hipócritas.

Hoy domingo, al mirar mis mensajes, me he despertado con la noticia de que una de las mujeres asesinadas en estos últimos días pertenecía a la “comunidad bedesemera”, ella y el animal que la mató,

Resulta muy triste. Todos sabemos que rara es la semana en la que no tenemos noticias de este tipo. Pero no suelen tocar a nuestro “mundillo” tan de cerca, o no al menos que sepamos.

En esta ocasión sí. Alguien que la conocía lo ha hecho público con un bonito homenaje y muchos nos hemos enterado así, los que no la conocíamos y los que sí.

En seguida se ha llenado el post de comentarios. La mayoría y como es lógico expresando su pena. Pero también hay quien se ha creído con la necesidad de opinar, como no, y también de juzgar.

Los que lo veían venir, conociéndole a él. Los que pensaban que ella podría haber salido de eso…

Las que aprovechaban para vomitar estupidez y hacer sorna con un tema que en ningún concepto la permite.

¿Os suena de algo?

Mientras escribo este post, estoy conectada a la sala de mazmorra de irc y un nick me ha llamado la atención:

“DOMachista25”.

Reconozco que me he sentido tentada a abrirle un privado y pagar con él parte de la mala leche que me ha producido leer los comentarios que antes mencionaba… Pero aún me queda educación.

 


 

Me apena profundamente que un mundo en el que tanto hablamos de respeto, tengamos que ver constantemente como se falta a lo más básico. Se falta, y se justifica que se haga y a quien se atreve a hacerlo.

Escribía hace unos días sobre mi falta de ganas de entrar en ciertos debates públicos por la exposición que supone hacerlo, pero reconozco que esto también colabora en permitir que ciertos discursos se sigan normalizando.

Dejamos pasar muchos mensajes en los que se dicen tremendas barbaridades, por no meternos en broncas o queriendo creernos que forman parte de fantasías o por el ya famoso “somos todos mayorcitos y sabemos lo que hacemos”.

Sea como sea, contribuimos a que eso siga ahí, a que le llegue a alguien que pueda normalizarlo, aceptarlo y hacerlo suyo. Colaboramos con quienes lo escriben, por hacerse los graciosos, por ganar unos euros o unos likes, pero también con quienes son auténticos depredadores en serie, buscando victimas en una “comunidad” que se ha vuelto demasiado cómoda.

No deja de ser un triste reflejo de lo que pasa “fuera”. Seguro que todos tenemos casos, si no de este estilo muy parecidos y hemos escuchado o leído todo tipo de justificaciones o disculpas ante nuestra inactividad.

Pero desde esta afición o gusto compartido, deberíamos hacer un poco más para dar todas las herramientas posibles y no caer en ese mismo error.

O ¿lo del respeto lo decimos porque queda muy bien, pero nos lo pasamos por el forro?

Termino citando a mi querida lena, que muy sabiamente escribía sobre el tema:

“Entrega, tesoro, esencia, respeto, crecer...

Menos definir a lo grande y más demostrar día a día en pequeñito.”

0 comentarios:

Publicar un comentario