No puedo evitar jugar a esto de nuevo. Tampoco quiero dejar de hacerlo.
En una semana, a estas horas, volveremos a estar juntos.
Estoy escribiendo cuando aún quedan varias semanas para que sea realidad, pero ya siento esa comodidad que tendré en cuanto esté a tu lado.
Parece que muchas cosas han cambiado, por mucho que crea que estoy segura de algo siempre me demuestras que todo puede ser mucho más intenso.
Que a tu lado, dar pasos es algo tan natural como respirar. Igual que no querer dejar de hacerlo.
Y aun sabiendo todo lo que ya sé, estoy convencida de que a mi vuelta, algo habrá vuelto a cambiar. Esto que ahora escribo sabrá a poco y lo vivido habrá vuelto a dejar huella.
Porque sí, personas que me leéis, de esto va una relación D/s (Vale que a veces puede sonar ñoño), pero todo se basa en las sensaciones. En la complicidad que hace que querer vivir cualquier cosa sea casi una necesidad.
De no tener nunca bastante y de valorar cualquier gesto por pequeño que pueda parecer.
Compartir y querer más.
No voy a obviar el resto. También hay una parte física que es muy importante, y necesaria.
Nos hace sentir de otra manera y contribuye a que esos lazos se refuercen en forma de superación mutua.
Cada vez me resulta mucho más complicado explicar lo que supone una D/s para mí. Las palabras suenan vacías comparadas con todo lo que siento que me dan.
Resulta tan intenso saber que tienes ahí a una persona que te pertenece, que transmitirlo con la veracidad que merece se hace muy difícil.
En mi blog he escrito mucho sobre lo físico, compartiendo relatos a veces con experiencias propias y otras con fantasías que estaban en mi mente. Ahora es algo que ha dejado de apetecerme, porque, aunque claro que son cosas que sigo haciendo y que por supuesto disfruto, quiero que se queden para mí y para quien lo vive a mi lado.
Tengo claro que hablar de D/s y de su parte sentimental no “vende”, no trae lectores y quizás hasta los espanta, pero para esas otras cosas ya hay miles de sitios donde poder disfrutar.
Aquí “vengo a hablar de lo mío” y para mí, la suerte no es poder hacer ciertas cosas más o menos morbosas, lo es hacerlas con quien está a mi lado.
Por eso… sé que en una semana no dejaré de sonreír en ningún momento. Porque él estará a mi lado en cualquiera de las formas en las que puede hacerlo.
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