16 jul 2023

Especímenes. Volumen "542"

 Seguimos hablando de los especímenes que rondan en los chats?

Bueno, realmente en este momento ya es algo que se comparte en casi cualquier espacio cibernético, pero los chats siguen proporcionando facilidad para ciertas cosas.

Tipo educado que te abre un privado de la mejor de las maneras. No se ofrece de buenas a primeras.

Es capaz de mantener una charla agradable y entretenida.

Y aunque suene triste, estas cosas se valoran.

Empiezan las cosas raras. Dice ser de tu misma comunidad.

A estas alturas una ya conoce a mucha gente. Claro que no en persona, pero son muchos años en redes y resulta extraño cruzarse con personas totalmente de nuevas. Pero todo puede ser.

La conversación sigue por buenos derroteros, alguna pincelada de BDSM y una despedida abierta a conversar en alguna otra ocasión.

Y así sucede. Poco después se repite el encuentro, a veces varios… y llegan los misterios paranormales.

Alguien con quien solo has compartido unos minutos de charla, empieza a deshacerse en halagos. Te cuenta que ha pensado en ti, y que esta gratamente sorprendido por haber encontrado alguien de tan cerca y con quien conectar.

Agradezco que no se vean mis caras cuando chateo.

Venga vale. Me lo tengo que creer un poco más. Soy una mujer maravillosa y destilo poder y elegancia. Es normal que cualquiera se quede prendado. (Ironía, por si alguien no lo pilla).

Prosigue la charla. Siempre con la mejor de las educaciones y un tono exquisito.

¿Te tomarías un café conmigo?

Que poco me gustan las prisas, y menos aún cuando no tengo necesidad.

Declino amablemente la propuesta y le invito a participar en alguno de los eventos a los que acudo.

Empiezan entonces una serie de explicaciones con un fondo un tanto oscuro.

Su trabajo. Es alguien “conocido” en ciertos ambientes, con un puesto de mucha responsabilidad y no se pueden saber ciertas cosas.

A mi esto no me impresiona. Esa imagen del sumiso poderoso me aburre bastante. Pero puedo llegar a entender que detrás de ciertas profesiones, hay un compromiso.

Vale, aceptemos pulpo. Yo entiendo que no se puedan participar en ciertas cosas sociales, pero yo no me voy a tomar algo con un tipo al que solo conozco de un chat, por mucho puesto que ocupe.

Tampoco podemos hablar fuera del chat. No usa aplicaciones de mensajería, pero no tiene ningún problema en que le de mi teléfono.

No, no… NO.

Vuelven los halagos, las pedidas de confianza, el “nunca he conocido a nadie como tú”

Ni me vas a conocer.

Y el tipo educado, sale por detrás sin despedirse cuando se da cuenta que ya no hay donde rascar.

Días después regresa. Con otro nick, otro empleo (también alto cargo, como no) y una personalidad mejorada.

Pero, mi bendito ircap, detecta esas cosas… y me evitan que pierda más tiempo que el suficiente para decirle que sé quien es y que no va a colar.

Mi sumiso dice que hay cosas que no hay que tratar de entender, que simplemente suceden y hay que aceptarlas tal y como vengan (¿Has visto, sumiso? Te hago caso cuando me interesa), pero yo no comprendo que puede tener alguien en la cabeza para inventarse ciertas historias y perder el tiempo de una manera tan gratuita que no le va a llevar a nada.

Cuando me abren ciertos privados, y notas que la persona busca satisfacer sus necesidades más inmediatas, aunque me cabreen las formas, sé que detrás hay un interés concreto.

También comprendo cuando alguien insiste de una manera un tanto cansina, pensando que así van a llegar a conseguir algo, aunque ya deje claro que no hay posibilidades. Ahí hay una ilusión por llegar a realizar una fantasía.

En fin, que hay perfiles que ya tengo muy calados y asimilados.

Pero lo de este tipo de gente, se me escapa.

¿Qué satisfacción hay montarte toda una trama de falsa conquista cuando saben que no va a haber nada?.

Si lo que quieres, es una fantasía cibernética, perfecto. Busca los medios y la persona adecuada para ello, que perfiles los hay a patadas…

En fin, que hoy por hoy no tengo la respuesta y no creo que la llegue a tener nunca.

Pero en el fondo, cuando leo a muchos decir que las Dóminas somos tan soberbias y prepotentes porque tenemos mucho mercado, tengo que recordar que también nos enfrentamos a estas cosas. No diré que a diario, pero sí demasiado a menudo. Y lo hacemos en cualquier espacio en el que nos encontremos.

Y si vosotros os cansáis de negativas, nosotras de historias que nos hacen perder el tiempo y desconfiar de casi cualquier ser de dos patas.

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