30 may 2021

300 y Alguno más.

 A menudo digo que hay momentos que se marcan muy dentro.

Recuerdo perfectamente la noche en la que intercambiamos nuestras primeras palabras.


20 de mayo de 2016.

 

Yo debatía en mi sala de chat con alguien que entonces era bastante habitual (y del que ya no recuerdo ni el nick) y él entró y se unió rapidamente al debate, comprendiendo ciertas licencias que yo me estaba tomando con la otra persona.

Licencias que normalmente me sirven para poner mucha distancia con alguien que está años luz de lo que a mí pueda interesarme, y más aún en aquel entonces.

Creo que a veces, en contadas ocasiones, se llega a percibir a quien está al otro lado de un nick, de una pantalla. Es una sensación extraña, con la que puedes ver un poco más de lo que realmente te están mostrando.

Y hace 5 años y 9 días, en aquella sala de chat, pasó exactamente eso.

Una extraña conexión surgió en apenas unos minutos de chateo. Recuerdo que el otro interlocutor que había en la sala, dejó de interesarme rápidamente y me dediqué a soltar miguitas y ver si él las recogía como yo esperaba. Y así fue.

Aquella misma noche me escribia esto:


"Podría Usted estar pensando que ya estamos: otro "candidato" que quiere entregársele a la primera de cambio, uno más que se deja llevar por las fantasías y ya se le ofrece como esclavo de por vida. Pero no es eso. Y creo que no es eso lo que está pensando Usted. Porque siento que, de alguna manera, también Usted percibe esta extraña conexión, esta facilidad en nuestras conversaciones, esta especie de química, si lo queremos llamar así."

 

Y así era, en ningún momento pensé en que fuera uno más. Al menos hasta un tiempo después.

Porque si, también hemos tenido nuestras sombras, y llegaron a ser muy oscuras. Tanto que la distancia se impuso totalmente entre nosotros y hubo mucho tiempo de silencio.

De silencio, pero no de perdernos "de vista". Ambos éramos conscientes de donde estaba el otro. Incluso en algún momento hacíamos cosas para que aquella presencia fuera más que notoria...

¿Jugamos al gato y al ratón? Puede ser.

Lo hicimos durante 3 años, 7 meses y 2 días.

Y tardamos un poco más en superar aquel miedo, porque efectivamente ambos teníamos miedo de aquello que sentíamos y nos impedía ser lo que realmente queríamos ser. Mi y mi.

Pero llegó, de una manera extraña como casi todo lo nuestro, y lo hizo para compartir un camino que sigue sin ser fácil, pero que es el que queremos recorrer juntos y del que disfruto a su lado desde hace casi 2 años.

Muchísimas conversaciones después, cientos de correos compartidos, horas de teléfono que nos han robado el sueño en muchas noches... Y lamentablemente una pandemia que nos ha impedido disfrutar de esa cercanía corporal como nos hubiese gustado, pero que no nos ha hecho perder ni una parte de ese sentimiento de unión tan mágico que compartimos.

Ese que nos hace querer seguir siendo Mi y mi, otros "300 y alguno más".

 


 

 PD:  

Efectivamente, ese 2000 ya se nos queda muy corto. Contigo, siempre mucho más... y 

Ojalá sea ya.



0 comentarios:

Publicar un comentario