Salvame!

¿Ha visto que su sumiso ha agregado a otra Domina en Fetlife?

Ni un triste saludo. Un mensaje directo en mi bandeja de entrada.

Y una que a veces anda a uvas, pues en ese momento no tenía ni idea de que me estaban contando.

No. No he visto nada. ¿Por?

Quizás haya quien piensa que tener espías en las redes sea algo provechoso, pero no es así:

¿No le va a decir nada?

Me pongo a investigar.

Ha dicho sumiso, eso elimina automáticamente a mi sumisa. Aunque ella es igual de pasota que yo y solemos comentar con frecuencia las solicitudes que ambas recibimos.

Por descarte le toca al que tengo señalado en Fetlife.

Parece ser que eso de visibilizar una relación da pie a ciertas cosas.

Entro en su perfil cotilleo y efectivamente. Aparece el nombre de una Domina. Se han hecho amiguitos.

Empieza a recorrerme algo por el cuerpo, pero todos tranquilos, es una carcajada incipiente que necesita salir.

Vuelvo a la bandeja de mensajes.

No, no tengo nada que decirle.

Señora, ¿no le molesta que su sumiso hable con otras Dominas?

Pues no, me parece fantástico que se sienta libre de charlar con quien desee.

 

*** Fin de la conversación *** (Al menos en ese instante).

 

Es muy triste que haya este tipo de carroñeros en busca de carnaza. Aunque les salga el tiro por la culata.

Al margen de la tontería de pensar que me iba a molestar que mi sumiso agregara a otra Domina, y mucho menos porque ya tenía constancia de su existencia, me parece irónico que a estas alturas aún haya quienes piensan que un sumiso solo puede relacionarse con su Dueña.

Aunque esto por lo que he visto se da bastante más en las relaciones de Amo – sumisa, pero suelen esconder algo turbio detrás.

Nunca he estado de acuerdo con estas cosas y las he criticado. (al margen de algún tipo de protocolo que pueda establecerse basado en el juego que vaya a desarrollarse con esta clase de interacciones).

Mis sumisos hablan con quien quieren y cuando les apetece, igual que yo.

 

A estas alturas de la película tengo (tenemos claro) que en nuestro recorrido bedesemero hemos conocido a mucha gente. Con algunos habremos mantenido relaciones, y otros han pasado y no se han quedado. Pero ahí están.

¿Por qué se da por hecho que un Dominante puede hablar con quien desee, y, sin embargo, si lo hace un sumis@ hay que encender las alertas?

Pues no, es lógico pensar que la persona con la que compartes una relación ha tenido otras, Tanto si han sido de amistad o de algo más cercano y si ese contacto se mantiene, no somos nadie para pedir lo contrario.

Y si son personas nuevas que por alguna circunstancia aparecen en ese camino ¿Qué hay de malo?

Soy de las que opino que relacionarse siempre aporta algo, en ocasiones puede ser más o menos positivo o negativo. Así que limitárselo a mis sumis@s, sería evitarme a mi misma la oportunidad de compartir experiencias y situaciones que de otro modo no se darían.

¿O es que hay algo que temer?

Debo estar en un punto de mi vida en el que creo que si alguien está conmigo, es porque quiere.

Las circunstancias pueden cambiar por muchas cosas y nada es eterno. Mejor disfrutar de lo que se comparte que pensar en lo que podría pasar.

Siento que lo normal es tener la confianza de saber que personas son importantes para mis sumis@s, igual que ellos conocen con quién me relaciono más o menos habitualmente.

Y si aparece a alguien nuevo y consideran que es digno de mención, me lo harán saber. Es algo bidireccional.

Al pobre detective le salió mal el cotilleo. Supongo que esperaba que me enfadara y mandara a paseo a mi desdichado sumiso y quizás optar él a tener alguna oportunidad.

Pero no… esto no funciona así.

Al menos nos ha servido para echarnos unas risas y tener unas líneas este domingo.