Intento...

Y alli estabas... Aquella habitacion habia sido participe de cada uno de nuestros encuentros. Las paredes se sabian de memoria cada uno de tus gemidos.
De nuevo te veia nervioso, buscando mi mirada, buscando ese gesto que te uniera mas a mi.
Mi fusta ya habia hecho su trabajo, uno de los mejores, coloreandote dulcemente.
Y ahora eran las pinzas las que entraban en juego, parece mentira que con todo lo que aguantas les tengas tanto respeto... Te acaricie los pezones para que tomaran forma y puse una pinza en cada uno...
Me encanta como te estremeces.... me encanta notar como se acelera tu respiracion, me encanta mirarte a los ojos mientras aguantas ese dolor por mi.

- No puedo mas... me dices

Me acerco a tu oido y te susurro...
- Si que puedes
Rozo mis labios con los tuyos... te saco del dolor para que solo sientas placer...

Y suavemente tiro de la cadenita que une las pinzas....
Ahora soy yo la que no puede mas.