1 may 2022

¿Se ha desvirtuado el BDSM?

En una de esas noches de chat donde hay oportunidad de tener una charla interesante, me planteaba mi contertulio (al que no cito por si le da vergüenza) si esto del BDSM no se estaba desvirtuando mucho.

La verdad es que nos centrábamos en el chat. El ambiente en la mítica sala mazmorra esta “enrarecido”.

Se quejaba de que casi todas las charlas que conseguía tener con alguna domina terminaban con suerte, en pedirle dinero o cuando había menos fortuna en una retahíla de insultos por no ser considerado “buen sumiso”.

Pero... ¿realmente ha cambiado tanto?

Recuerdo ya en mis inicios haber leído más de un “esto ya no es lo que era”. Sin embargo, eran los Dominantes masculinos los que se quejaban.

Sumisas no tan obedientes y protocolarias que no se ponían a los pies del primer “Hola perra” y que no ofrecían una entrega tan gratuita, esperando que también el Dominante se ganara su lugar.

No mucho tiempo después, las quejas empezaron a venir de las Dominas (y me incluyo en este sector). Pasamos del sumiso educado y también protocolario al que te abría privado ofreciéndote proporcionarle a tus zonas bajas todo el placer posible. Empezaba ahí una larga trayectoria de cosificación (o al menos no habíamos sido tan conscientes hasta entonces) y de falta de formas que se ha alargado al presente.

Las sumisas también han tenido su momento, y lo siguen sufriendo. De nuevo muchos intentan tratarlas como objetos gratuitos de los que esperan disponer por el simple hecho de declararse con un rol. Hombres que han visto en esto la oportunidad de conseguir sexo fácil y que entran como elefantes en una charrería disparando a diestro y siniestro.

Parece que ciertas cosas se ceban más con un mismo sexo, pero de eso ya hemos hablado por aquí (Y lo seguiremos haciendo).


 

¿Qué pasa con los sumisos? ¿Ellos no se quejan?

Desde el lado que me toca y habiendo tenido oportunidad de poder hablar bastante con más de uno, creo que el tipo de queja ha cambiado y efectivamente se ha incrementado.

Antes venía por la dificultad de encontrar Domina. Muchos pensaban que era cuestión de oferta y demanda, aunque ya tenemos claro que no corresponde tanto a esto como a otras cosas, si es cierto que había más variedad de un rol que de otro.

Ahora el tema se centra en la cuestión económica. Parece que resulta muy complicado mantener una charla si no empiezan ofreciendo un tributo e incluso así es difícil. Por lo visto, también hay más facilidad a la hora del insulto gratuito.

Personalmente considero que esto si corresponde más a una venta del producto que a un cambio en las formas. Más de una vez me he topado con un sumiso que ha parecido quejarse de mi educación porque esperaba (o deseaba) algún tipo de humillación que conmigo no llegaba.

Y todos sabemos que para vender hay que ofrecer.

Pero si, que el FinDom parece estar en auge es un hecho. Que detrás, por la razón que sea, suele llevar emparejado una falta de estilo y educación es innegable.

¿Estamos ante la cosificación del sumiso?

Pues quien sabe.

No voy a negar que en cierto modo me hace gracia ver que algunos sufren algo que ellos mismos han hecho. Pero es verdad que para quienes viven esto de una manera más profunda y buscan algo verdadero y sin interés económico es una faena y lo complica todo bastante más.

Se me escapan dos ámbitos bedesemeros y son los de las relaciones Dominante / sumiso y las de Domina / sumisa.

No he tenido mucha oportunidad de charlar con sumisas que buscaran Ama, y con la que lo he hecho me secuestró con facilidad, así que no me sirve para teorizar.

Si por casualidad alguien de los que me leen pertenecen a estos grupos, estaría encantada de saber cómo habéis visto la evolución con los años.

Para concluir, me da la sensación que, como en la mayoría de las cosas, todo es cíclico y corresponde en gran parte a una realidad paralela de la que a veces parecemos querer olvidarnos.

Veremos lo que nos espera en 10 años (eso si sigo escribiendo y ejerciendo).

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