21 jul 2021

Vientos del Sur.

No quiero enfrentarme a este post que aun esta en blanco.

Mi mente vuela a una caluroso anochecer, una pequeña casa en una cala perdida en algún pueblo muy lejano.

Apoyada en uno de los pilares de madera del porche, veo como llegas a lo lejos. Aun se te nota cansado, has estado un buen rato corriendo y vienes recuperándote poco a poco.

Doy un sorbo de mi vaso, un café con hielo no es capaz de enfriar mis pensamientos. No hace mucho que te has ido y ya extrañaba no tenerte cerca.

Te vas acercando poco a poco y me ves esperando, noto como sonríes en la distancia, seguramente igual que tu sientes como lo estoy haciendo yo.

El sonido de las chapas que llevas colgadas en el cuello, se mezclan con el de las olas del mar que rompen contra la orilla.

Es extraño como algunos sonidos consiguen relajarme.

Ya estas casi a mi lado, el viento me trae un olor a sudor mezclado con tu perfume. Un olor que me resulta muy familiar, pero que normalmente relaciono con uno de esos momentos que compartimos.

Te doy el vaso para que puedas dar un sorbo. Por tu cara se que esperabas que el contenido fuera otro y no puedo evitar reírme.

Sonríes y te acercas un poco más para besarme. Te empujo dulcemente y te mando a la ducha mientras te doy un azote en el culo.

Obedeces placenteramente, y no tardo en escuchar el agua de fondo…

Termino el café y entro en el baño, ya estas dentro de la ducha y por el ruido no me sientes llegar. Me desnudo y me acerco despacio…

Corro la cortina, y observo tu cuerpo mojado…

Soldado, creo que aun no ha sudado lo suficiente.

Entro y te pido que te tumbes en el plato de ducha.

Seguro que puedes aguantar con un poco más de calor.

Te digo mientras deslizo mi pie por tu húmeda entrepierna y escucho como los primeros gemidos salen de tu boca.

Aprieto suavemente y sonrío sádicamente mientras observo como cierras los puños.

Vamos a comprobar si tu entrenamiento ha servido de algo…

 


 

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