1 jul 2020

Miercoles sin publicar.


En poco menos de una hora se publica el post de hoy. Normalmente intento escribirlo con antelación, dándole más de una vuelta y estando convencida de que lo que cuento tiene una decencia mínima.

Y resulta que hoy, a las cinco de la tarde aun no tenía nada escrito. Y todo apuntaba a que me limitaría a poner un video, o una frase y una foto bonita para no dejar de cumplir con esta auto obligación. 

Pero acabo de saltar del sofá al ordenador, una frase me ha hecho moverme y lanzarme a un teclado que parece esperarme.

“Pues cuéntales eso”

¿Eso? 

¿Les cuento cómo hace una semana me hiciste consciente de que podía volver a crear magia?

¿También que unas horas fueron suficientes para tener claro que lo que llevaba semanas sintiendo no era una fantasía ni producto de muchos días de encierro, si no una realidad que me abría nuevas puertas?

¿Quizás que una calle de Oviedo siempre tendrá algo de especial porque fue la primera que compartimos?

¿Cuento esa conversación eterna en aquella terraza? ¿O las que esperamos tener en otra con la que ya soñamos?

Seguramente podría contar muchas cosas de hace una semana, muchas otras de todas las que están por venir… 

Pero prefiero contar que has venido para hacerme un poquito más feliz de lo que ya era y que cada día que compartimos, es un paso más en esta locura de camino que sin saber cómo (Hada Madrina nos pedirá comisión) hemos empezado a recorrer juntos.

Eso y que gracias a ti, hoy mi blog tendrá uno de los mejores post que he escrito, porque en el fondo lo hemos escrito juntos.





1 comentarios:

Alejandra dijo...

Que bonito...

Publicar un comentario