¿Y qué pasa cuando se apaga el calor?
Las primeras fases de casi todas las relaciones suelen ser
las más intensas, donde más ganas hay de conocer, de saber de exprimir todo lo
que puedas de la otra persona.
Pero, ¿Qué pasa cuando notas que esa sensación va
desapareciendo?
Hoy hablaba con alguien (Compi, gracias por esas grandes
charlas) de la necesidad de ser siempre honesto con lo que uno siente pero a la
vez de lo necesario que es permitirnos a nosotros mismos sentir y disfrutar de
lo que nos venga en cada minuto. No siempre podemos estar pensando en lo que
pueda llegar a ser ni si quiera en lo que queremos que llegue a ser. Sólo
disfrutar del ahora.
Lo malo de las sensaciones es que a veces son buenas y nos
llenan y otras, no tanto y nos generan cierta ansiedad y malestar.
Y soy de las que creo que todo pasa por algo, pero aun así
no puedo sentirme cómoda conmigo misma cuando noto que algo ya no es como pensé
que iba a ser. Me molesta equivocarme, que le voy a hacer.
A veces, en esos inicios de los que hablaba al principio ves
posibilidades en alguien, hay un evidente buen rollo y esto te genera
expectativas. Quizás si fuera de las que se lanzan al rio sin saber nadar tendría
algo de suerte y no me ahogaría, pero prefiero no solo saber nadar si no
enterarme de cómo de profundo es el rio donde voy a meterme…. Y “pongo el freno
de mano” para asegurarme de que lo que hago, lo hago lo mejor posible.
¿Y qué pasa cuando estás en ese proceso de conocer el rio, y
sin saber bien como se cruza un afluente que te llama mucho más la atención?
¡! Problema ¡!
Una de las soluciones posibles podría ser “bañarte” justo
donde se cruzan estos ríos y tendrías dos en uno, pero como no somos expertos
nadadores (nunca se es experto en nada) lo más probable es que nos ahoguemos y
no podamos disfrutar ni del uno ni del otro.
Vamos a seguir nadando:
El afluente, ese que apareció por sorpresa y sin saber bien cómo,
va ganando terreno al que tú pensabas que era el rio principal y te encuentras más
pendiente de él y pq no decirlo, disfrutando de esa complicidad natural que
surge y que te saca más de una sonrisa.
No solo los disfrutas, si no que los esperas (un nombre en
negrita en una bandeja de entrada...), esperas esas charlas que se han convertido
en una buena costumbre y esperas seguir viendo donde te llevara ese camino.
Pero… ¿y qué pasa con
el rio principal? Que no lleve la misma
corriente no quiere decir que no sea igual de interesante, tampoco que no te
lleve a ningún sitio y menos que no vayas a disfrutar si navegas en el.
La duda final es:
¿Cómo se nada en dos ríos a la vez?
¿Se podrá o el riesgo de ahogamiento es evidente?
Quizás lo más fácil es alejarse del rio, del afluente y no
nadar…
Pero… no me gusta lo fácil
2 comentarios:
Si te gustan dos bikinis.., dejarías de bañarte por no decidirte cual usar?
o seguirias hasta conocer cual se amolda mejor a tu cuerpo? Si es cierto que ante ese dilema, hay quienes optan por usar la parte de arriba de uno y la de abajo de otro.. todo es cuestión de compatibilidades... siempre es mejor un modelo que nos llene al 100%, que una parte de un modelo y otra de otro.
Pero ésta es solo mi humilde opinión.
Un saludo
Lady Anairu
Querida amiga:
"A la mierda los bikinis", mejor bañarse en pelotas.
O lo que es lo mismo, mejor sola que mal acompañada.
Besines.
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