21 oct 2020

Okupando Semáforos.

Cuanto puede pasar en un año y 5 meses. Algunos dirían que hasta una pandemia.

Creo que aun puedo recordar ese abrazo en aquel parking de Oviedo. Ese encuentro fortuito que nos supo tan bien.

Hace un rato te veía entrar por una puerta muy diferente a la de la última vez que nos vimos en un sitio más privado.

Nuestro encuentro se debía a temas más profesionales, pero en el momento en el que abrí la puerta y nos miramos, supe que no se quedaría en eso.

Quizás fue verte de nuevo, serio, orgulloso… casi altivo, con una sonrisa que me transportó a viejos tiempos. Aquellos donde quitarte una corbata te hacía mucho mas mío.

Aunque no traías corbata, supe que volvería a tenerte igual de cerca que en aquellas otras ocasiones.

Lo más complicado resulta tremendamente sencillo con la persona adecuada y pronto habíamos acabado lo profesional para centrarnos en lo personal. O realmente podríamos decir que ambos deseábamos quitárnoslo del medio y centrarnos en lo realmente importante.

Y en lo personal sólo había espacio para nosotros. Para recordar por un instante que cualquier cercanía puede parecer demasiada cuando la necesidad traspasa miradas que atraviesan el deseo de lo políticamente incorrecto.

Mis dedos volvieron a recorrer una propiedad pasada que me daba acceso completo a todo lo que pudiera apetecerme…

Abriéndome todas las puertas de algo que fue muy mío y que si lo deseara podría “okupar” en cualquier momento. 

Regresando semáforos a luces verdes, abriendo direcciones a nuevos destinos. 

0 comentarios:

Publicar un comentario