Ganas sobre Ganas

Hace horas que te has ido.

Muchas cosas han pasado ya desde entonces.

He llegado a mi casa y pasado un buen rato necesito relajarme.

Me meto en la ducha y debajo del agua caliente vuelvo a conectar contigo.

Cierro los ojos y puedo sentir flashes de lo que había sentido hace un rato.

Ese primer abrazo nada más vernos.

Lo poco que tardamos en estar tan cerca que faltaba el aire.

Esas ganas saliendo a borbotones por nuestros ojos.

Juntos de nuevo, haciendo eso que se nos da tan bien: ser nosotros.

Tus gemidos resuenan en mi cabeza, me taladran una y otra vez.

Todos diferentes, tu boca acompañando a la mía en una peculiar banda sonora.

Nuestras risas, incluso cuando deberíamos estar más serios.

Esa complicidad que casi parece magia.

Si, sólo hace unas horas que has dejado de estar conmigo pero sigues estando muy cerca.

Tanto que creo que aun puedo oler esa mezcla de tu colonia y la mía, sudor y lubricante.

Tanto que ya te veo entrar de nuevo por esa puerta y disfrutando de nuevo de todo lo que nos apetezca.