Que tengas un gran día.
Salió por la puerta como cada mañana preparado para un día
de trabajo que poco tendría que ver con los demás. Aunque todavía no lo sabía.
Al sentarse en el coche, su trasero le hizo recordar la
intensidad de lo vivido la noche anterior.
Ella se había aplicado especialmente con aquel fino bambú, y
al contacto con el asiento podía sentir perfectamente cada una de las líneas que
aun se marcaban en su piel.
Un ligero y caluroso contacto que le hacía estremecerse
recordando aquel momento en el que se atrevió a pedirle que siguiera azotándole
y la vio sonreír complacida.
Y es que pocos placeres son tan intensos como ese. Verla
orgullosa y feliz de tenerle a su lado.
Puso en marcha el coche y se dirigió a su trabajo intentando
recrearse en cada momento de la noche anterior, para seguir disfrutándolo un poco
más.
Cuando llegó, saludó a sus compañeros y en su interior se
preguntaba si algo en su cara podría revelar cuánto había disfrutado unas horas
antes, estando a cuatro patas, con el culo dolorido y sintiendo como los dedos
de Su Dueña se abrían camino.
Ya sentado y mientras encendía el ordenador recibió un whatsapp,
por el sonido del mensaje sabía que era ella y desbloqueó rápidamente el teléfono
para leer el mensaje.
"Siento tener tan mala memoria para algunas cosas. Me he permitido dejarte un regalo en tu maletín. Espero que hagas uso de el lo antes posible y me cuentes como te queda."
Abrió su maletín y efectivamente, entre todo aquel papeleo había
una pequeña bolsa de terciopelo negro que antes no estaba. Lo tocó por encima y
notó algo duro. Lo sacó del maletín y se lo metió en el bolso de la americana
para dirigirse al baño y poder abrirlo sin que nadie pudiera verle.
Una vez en el aseo abrió la bolsa y comprobó que era lo que él
pensaba. Un no tan pequeño plug de silicona negra.
¿Debería ponérselo? Iba a llamarla en ese mismo momento,
pero se dio cuenta de se había dejado el teléfono en la mesa.
…. “espero que hagas uso de el, lo antes posible”….
Bueno, aquello ya dejaba claro que no quería que tardara en ponérselo,
y antes de terminar aquel pensamiento ya se había bajado los pantalones y el
calzoncillo…
Recordó como unas horas antes algo más grande que aquello había
entrado y salido de él, convirtiéndose en un juguete para Su Dueña, y no pudo
evitar excitarse con aquel pensamiento que le ayudo a que ese plug entrara con más
facilidad.
Volvió a su mesa y con la sensación de haber cumplido se
concentró en su trabajo.
Cómo cada día a media mañana fue a la cafetería con alguno
de sus compañeros a tomarse un café.
Aprovechó para escribirle y contarle que
había cumplido su petición y preguntarle si deseaba alguna otra cosa.
En el fondo, aquel juego le parecía sencillo e incluso
agradable.
En aquel momento sintió que aquel juguete empezaba a vibrar
dentro de él. Un ligero cosquilleo, pero lo suficientemente intenso como para
notarlo perfectamente.
Y ella respondió al mensaje:
"¿Crees que si subo la intensidad seguirás siendo capaz de conservar esa cara tan seria?"
Un repentino calor le invadió, aquel juguete poco tenía que
ver. El juego ya no era tan sencillo. Ella estaba allí y le estaba viendo…
Sus compañeros hablaban de algo en lo que no conseguía concentrarse.
Buscaba por la cafetería y no conseguía verla.
El plug dejó de vibrar y por un momento sintió alivio, pero
no duró lo suficiente. Empezó a hacerlo de nuevo y de una manera mucho más
intensa. Pensó que incluso se podría escuchar, pero sus compañeros seguían enfrascados
en su conversación y el sólo podía tratar de no tirarse el café por encima en
cada sorbo que le daba.
Llegó la hora de volver al trabajo, pagó la consumición y al
salir de la cafetería la vio sentada en la terraza. Estaba acompañada de otra
mujer a la que no conocía… Se reían entre ellas.
Se acercó a saludar con toda la seriedad con la que podía
hacerlo estando sus compañeros delante. Ella se levanto y le besó en la mejilla
como si de una amiga cualquiera se tratara…
"¿Sabes que me encanta joderte, verdad?"
Un instante breve, en el que sintió como lo que llevaba
dentro volvía a cambiar de velocidad…
Y quizás por la situación o simplemente por tenerla cerca,
su cuerpo reaccionó instintivamente… provocándole un breve sonrojo.
Se despidió y mientras se dirigía de nuevo a la oficina, en
su teléfono un nuevo mensaje… sabía que ella aun le estaba viendo.
"Espero que disfrutes el resto de la mañana. Te esperamos para comer….… y para cambiar ese juguete por otro que te prepare aun mas para lo que quiero enseñarle a mi amiga… "
4 comentarios:
Mucho tiempo sin pasar por aquí y encuentro entradas de lo mas interesantes, comento esta en particular por la carga mental que lleva más que por la física, como utilizar las palabras te lleva más allá de lo físico del momento
Muchas gracias por tu comentario.
Aunque creo identificar las formas, habría estado genial que dejases una pista ;).
Me alegra que lo hayas disfrutado.
Lo he disfrutado si, esa pillada por sorpresa es muy buena, de las que a mi me gustan, odio los planning en estos derroteros.... Si no me voy las pistas llegaran no lo dudes....
Excelente...
Publicar un comentario