Un día cualquiera, mi primer café de la mañana.
Intento concentrarme en lo que será el resto de mi día. Una
lista de tareas en mi cabeza, pero me interrumpo a mí misma:
… Una cama, tú a cuatro patas en ella...… El sonido de unos guantes de latex cuando se aprietan a mi muñeca...
Tomo un sorbo de café caliente para intentar centrarme de
nuevo:
… ¿Cuánta azúcar le echaste a aquel primer té?… ¿Habías conseguido dejar de temblar cada vez que te acariciaba?...
No tengo tiempo para esto, cojo el móvil, tu mensaje de
buenos días:
… Y esa mirada tuya que busca la mía…… Quiero más, me ofreces más…
A veces una taza de café se hace eterna, o ¿la estoy
alargando yo misma?:
… Tu, en aquella columna en medio de aquel salón… ¿Los espejos serían una casualidad?...… Tus dedos entrelazados a los míos, sintiendo un poco mas de aquello que tanto me gusta…
Ya no queda nada en la taza. El día ha de seguir, pero algo
me dice que volveré a desconcentrarme pronto.
3 comentarios:
Me encanta Isthar.......y todo empieza y termina con una taza de café.
Si ya me gustaba el café...
entresombras45
A mi también me encanta el café. Pero siempre los hay que saben mejor ;)
Tengo la miel en los labios desde que leí "Vigas compartidas" y estoy ansioso por su posible continuidad...
En todo caso, aguardaré impaciente las últimas entradas del año :)
entresombras45
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