11 dic 2019

Sorbos con sabor a café


Un día cualquiera, mi primer café de la mañana. 

Intento concentrarme en lo que será el resto de mi día. Una lista de tareas en mi cabeza, pero me interrumpo a mí misma:


… Una cama, tú a cuatro patas en ella...
… El sonido de unos guantes de latex cuando se aprietan a mi muñeca...


Tomo un sorbo de café caliente para intentar centrarme de nuevo: 


… ¿Cuánta azúcar le echaste a aquel primer té?
… ¿Habías conseguido dejar de temblar cada vez que te acariciaba?...


No tengo tiempo para esto, cojo el móvil, tu mensaje de buenos días:


… Y esa mirada tuya que busca la mía…
… Quiero más, me ofreces más…


A veces una taza de café se hace eterna, o ¿la estoy alargando yo misma?:


… Tu, en aquella columna en medio de aquel salón… ¿Los espejos serían una casualidad?...
… Tus dedos entrelazados a los míos, sintiendo un poco mas de aquello que tanto me gusta…


Ya no queda nada en la taza. El día ha de seguir, pero algo me dice que volveré a desconcentrarme pronto.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta Isthar.......y todo empieza y termina con una taza de café.
Si ya me gustaba el café...
entresombras45

AMA ISTHAR dijo...

A mi también me encanta el café. Pero siempre los hay que saben mejor ;)

Anónimo dijo...

Tengo la miel en los labios desde que leí "Vigas compartidas" y estoy ansioso por su posible continuidad...
En todo caso, aguardaré impaciente las últimas entradas del año :)
entresombras45

Publicar un comentario