Hace un rato releía mis últimos post. Algunas veces me dejo “notas”
a mi misma para tratar temas más adelante.
Y al releer este, de alguna manera he sentido que tenía que
continuarlo.
Como decía en el, a veces no todo encaja… Y cuando estás en
uno de esos momentos algo se descoloca.
Sigues mirando el puzzle, y sabes que te falta una pieza… Y
aunque tienes un montón de ellas delante, no ves la que necesitas.
El puzzle sigue ahí, las ganas de continuar con el, también…
pero, hace falta esa pieza para poder seguir construyéndolo. Mientras, dejas
pasar los días, ojeando a ratos el puzzle y las piezas pero no das con la
solución.
Es algo que hace que te desgastes y que pierdas un poco la
ilusión. Poco a poco, y aunque no quieras pasan los días sigues sin ver como
poder continuar con algo que antes parecía construirse solo.
En ese post, decía que un puzle de verdad lo podías dejar un
poco de lado… pero con una relación D/s no se puede hacer lo mismo. Es algo que
está ahí día a día y en la que si algo no va como debe, te afecta de alguna
manera.
Ese tiempo, ese proceso es complicado. Porque ambas partes
notan que algo no está bien, pero tampoco saben realmente que es, o como
solucionarlo.
Seamos realistas, hay momentos en los que la idea de no
seguir con el puzzle se pasa por la cabeza. Al final, estamos aquí para
disfrutar y aun siendo conscientes de que no todo puede ser bueno. Lo malo, por
poco que sea, pesa un poco más que lo bueno.
Y es que nadie enseña a cómo afrontar las cosas, ni a cómo
manejar todas las situaciones que se pueden dar en una relación D/s.
Al final, pones muchas cosas en una balanza, muchas más que
un momento malo, y lo bueno pesa y compensa… Pero por mucho que esto te agrade,
sabes que tarde o temprano necesitarás una solución que por el momento no
llega.
Mientras tanto, toca seguir rebuscando esa pieza…
0 comentarios:
Publicar un comentario