Probablemente esta es una de esas entradas que no me
gustaría estar escribiendo, pero como siempre he creído no sólo hay que hablar
de lo bonito y perfecto.
Quizás por eso mi blog se llama Entre Sombras, porque
intento hablar de lo bueno y también de lo malo de la D/s.
Dentro de lo malo, están los fallos, los errores que
cometemos los Dominantes. A estas alturas, al menos aquí, todos tenemos claro
que el hecho de ser Dominante no te convierte en un ser de perfección y de luz.
Y como Dom, también me equivoco. A veces intentando evitar
una situación complicada, consigo todo lo contrario. Intento separar las cosas
que me afectan de las que no tienen nada que ver, pero es imposible.
Si estoy mal por algo que me ha hecho daño, no puedo hacerlo
desaparecer sin más por mucho que lo intente. Y no puedo hacer que deje de
reflejarse en todo lo que digo y hago.
Y este fallo, que quizás desde fuera no parezca tan
garrafal, ha provocado que me distancie de aquello que mas me importa.
Por supuesto, hay mucho mas detrás que no voy a reflejar
aquí, porque no es necesario dar detalles para reconocer errores.
Sin embargo sí que considero que dentro de mi espacio, haya
sitio para este tipo de post, de los que poder sacar algo positivo en algún
momento. E intentando aprender de mis propias letras.
Esta semana pasada ha sido una de esas jodidamente duras. En
las que realmente no tenía claro que pasos dar o si ni si quiera debería darlos.
En muchos momentos no me he sentido con el derecho de hacer lo que me apetecía.
Me sentía egoísta por querer acercarme a quien yo misma había alejado. Y no
podía evitar echar de menos lo que yo misma había frenado.
Y algo más de una semana después, esta sensación no es algo
que haya cambiado mucho.
Acelerones y frenazos.
Acelerones, queriendo que todo vuelva a ser como antes y
frenazos sabiendo que algo no está como debe y que es necesario un proceso de aceptación
y de aprendizaje.
Pero por mucho que seamos conscientes, no quita para que no
se pase mal.
Como Dominante, me he enfrentado a bastantes situaciones que
me han hecho pasarlo mal, y tener que darme tiempo para reflexionar.
Muchas de estas veces
han sido provocadas por querer algo que ni yo misma aceptaba que quisiera.
Otras veces, ha hecho falta tiempo para asimilar el final de
algo, y recolocar sentimientos y necesidades.
Y otras, como esta en la que me encuentro y seguramente las más
complicadas, es cuando dudo de que lo que hago esté bien hecho y me replanteo
si soy capaz de darle la vuelta y continuar.
Sea como sea, lo que tengo muy claro es que es un proceso
duro y muy complicado. Ser Dominante no es algo tan sencillo como ponerte unos
tacones y dar órdenes sin más. Detrás de lo que hacemos implicamos a otras personas
que también lo pasan mal. Y que lo pasen mal por algo que nosotros no sabemos
gestionar, no es una opción (Al menos para mí).
Hace un rato he llegado a creer que este domingo no habría
post. No me sentía con ganas de escribir sobre banalidades cuando lo que
realmente tenía en mi cabeza era esto.
Pero, en algún momento hay que ponerle final a una semana de
desvelos, lágrimas y cabreos conmigo misma y reflejar una realidad que nos
preocupa, puede ser una buena manera de seguir caminando.
Al final… en el (Auto) Castigo… ya va incluida la
penitencia.
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