28 abr 2019

Letras rápidas.


Tenía preparado otra entrada para para hoy, pero viendo que aun me quedaba un ratito para la hora a la que suelo colgar el post, he abierto el editor de entradas y sin más ... :

Esta semana me debe haber dejado sin capacidad mental.

En serio, hay veces que necesito hacer esfuerzos para entender las cosas… entender las actitudes de quienes me rodean (Hablando siempre de BDSM, que los “traumas” vainillas ya se quedan fuera).

Creo que peco de cercanía, de estar pendiente de quien está conmigo o de quien podría llegar a estarlo. Incluso a veces, yo misma siento que no debería hacerlo tanto… pero hay cosas que van con la manera de ser de uno.

Y cuando todo va bien… y de repente hay un cambio de actitud por la parte contraria, intento analizar el motivo. Intento hablarlo, y si en esa actitud hay algo que me molesta también lo hago saber.

Pero… ¿y cuando la otra persona o no se da cuenta, o insiste en seguir con una actitud que separa más que une?... 

En una entrada atrás hablaba de la facilidad que tengo para “levantar muros” y realmente en momentos así es cuando más lo siento. Llega un momento en el que mi mente siente que no tiene la necesidad de aguantar ciertas cosas… y “ladrillo a ladrillo” toma distancia. Y si tomo distancia, ya sé lo que va a terminar pasando.

Y por mucho que me fastidie, suelo acertar al hacerlo.

No entiendo porque siendo adultos, no podemos plantear las cosas de una manera sincera y abierta. Si algo cambia, un sentimiento… si hay un malentendido que nos hace no sentir cómodos, creo que es tan fácil como hablarlo y ya está. A estas alturas no creo que nadie nos obligue a nada (al menos en el plano del que hablamos) y si algo no se quiere continuar, no se hace y cada uno por su lado.

No llego a comprender por qué hay que darle vueltas a algo, para que la otra persona se sienta aludida, o sea quien tome la decisión de distanciarse… para quizás sentirse menos culpables por una decisión que no se atreve a tomar.

Y me fastidia mucho, no llegar a entenderlo y mucho más cuando aprecio a la otra persona. Me fastidia porque realmente noto como se rompe algo que seguramente podría tener solución y va a terminar con un desencuentro que propicie un distanciamiento total. 

Así que mi domingo electoral, pasa por notar que no me siento del todo bien. Que en mi cabeza hay una extraña sensación que no puedo controlar y terminando de escribir un post a 15 minutos de tener que publicarlo.

Terminando un post, a la vez que siento que alguien ha tomado distancia y que no sabe o no quiere hacérmelo saber.


¿Un café?

5 comentarios:

Gaearon dijo...

Si la sensación de distancia la sientes de alguien próximo no sé si es cosa buena o mala. Yo en su día lo sentí, y no fue bueno.
O sí. Aunque esto lo digo ahora, años después.

Gaearon dijo...

Se me olvidaba:
Café, sí. Solo americano. Sin azúcar.
Gracias, Sra.

Anónimo dijo...

Tiene mucho sentido tu razonamiento. Pero quizás si le haces saber a esa persona de una forma directa que lo aprecias, que te estás refiriendo a él cuando escribes estas letras, le darías el impulso que necesita y podría abrir la llave de la puerta (muro) que en este momento tiene delante y no sabe abrir.
También podrías enviarle un mensaje donde le digas que te gustaría tomar un café con él y quedaría implícito todo lo anterior. Apuesto que ese café llegaría y disiparía todas las dudas.

AMA ISTHAR dijo...

SrG...

Creo que esa sensación de distancia nunca es buena, porque no es algo con lo que disfrutes. Lleve a lo que lleve después.

Pero como todo, no controlamos lo que sentimos, y por mucho que sintamos, no dejaran de ser mas difíciles.

Contigo, cambio el café por el albariño, ya lo sabes.

AMA ISTHAR dijo...

Anónimo:

Cuando escribo estas letras, quien tiene que saber lo que siento ya lo hace. Tal y como digo en mi post, intento hablarlo siempre y no sólo una vez, si no todas las que vea necesarias. El hecho de hablar las cosas, no siempre quiere decir que haya un resultado satisfactorio. Y más cuando no todo depende de uno mismo.

Es, en ese momento cuando “se levantan muros”. Cuando ves, que por mucho que estás haciendo, no llega adecuadamente a la otra persona. Y es aquí cuando hay que empezar a valorar otro tipo de cosas.

Un saludo, y gracias!

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