¡Por fin!
No os imaginabais las ganas que tenía de sacar un rato para
sentarme y escribir pero entre fiestas navideñas, viajes y compromisos no veía
la hora.
¿Qué tal ha comenzado vuestro 2019?
El mío con alguna que otra sorpresa, por suerte de esas positivas,
pero que habrá que esperar para ver cómo se desarrolla.
Pero vamos al tema que es para lo que estamos aquí.
El otro día una personita muy cercana, me planteaba cierto “problema”
que se había cruzado en su camino y tuvimos un largo debate sobre cómo
resolverlo.
Normalmente las relaciones cuando comienzan son una espiral
de sensaciones. Un montón de ganas de experimentar y probar cosas y cuando van
avanzando este nivel de adrenalina va bajando un poco y es aquí donde apareció
ese “miedo a no avanzar”.
Tal y como yo lo veo, y así se lo plantee, en una relación sana
siempre se dan pasos, aunque a veces no se noten tanto como al principio y por
lo tanto siempre se avanza.
Y ¿Qué pasa si no se avanza? Tampoco tiene que ser algo
malo, hay momentos para disfrutar de lo creado y consolidar lo que se ha vivido
hasta el momento, mejorando así las bases para lo que está por venir.
Muchas veces tengo la sensación de que el BDSM, (Creo que en
la D/s concreta no pasa tanto), se ha creado la idea de que hay una “competición”
en la que de alguna manera tienes que “quemar etapas” y hacer ciertas prácticas
a cierto ritmo para estar dentro de un “ranking”. Supongo que la exposición en
redes sociales, foros y chats tiene cierta culpa de esto.
Siempre he creído que todo tiene su momento, y que
dependiendo de la persona, y de la situación vendrá antes o después y nunca he
tenido prisa por forzar lo que podría ser o no, porque tengo muy claro que todo
lo que quiero lo voy a tener en el momento que tenga que venir.
Mentiría si dijera que nunca he sentido ese “miedo”, supongo
que al principio cuando te relacionas con gente que sabe más que tú sí que
tienes esa sensación de estar un poco atrás, pero en ese proceso de aprendizaje
también te das cuenta que es necesario ir viviendo por uno mismo tus propios
pasos, aciertos y errores sin poder compararte con nadie.
Así que mi conclusión, y espero que sea compartida, es que
no importa donde se pueda llegar, ni de si haremos tal cosa o no, o de si
aguantaré más o menos… lo importante es disfrutar de cada momento sin
preocuparnos de lo que está por venir, pq sin duda será igual de bueno que lo
que se ha disfrutado hasta ahora.
0 comentarios:
Publicar un comentario