Si… Lo confieso.
Y además las tres películas. Arderé en el infierno
Bedesemero.
Ya en su día había leído los tres libros. Tanta polémica y
tanta gente hablando de cosas diferentes me hicieron querer tener mi propia opinión.
Fueron lecturas fáciles, creo recordar que era diciembre y
mi casa de entonces estaba en obras, así que tenía tiempo de sobra para no
hacer nada.
Los tres libros no me parecieron para tanto como se nos
quería vender por ningún sitio. Ni tan escandalosos como se nos vendía desde
fuera de la “comunidad bedesemera” ni tan perjudicial para nuestro “mundillo”
como se decía desde dentro.
Para mí es sin más una novela erótica que sí, habla un poco
de BDSM.
Ni ella me parece una víctima, ni él un enfermo mental (Qué
facilidad tenemos para dar diagnósticos psiquiátricos sin ser profesionales, y sólo
por lo que nos quiere contar una autora de un personaje de ficción).
Y sobre las películas, tres cuartas partes de lo mismo.
Mucho menos explicitas, por aquello de no ofender sensibilidades al espectador…
Una hipocresía sin duda, no creo que en
películas gore tipo Saw (que me encanta, por cierto), el espectador no espere
ver mucha sangre derramada, pero en esta trilogía si se espera ver poco BDSM,
no vaya a ser que se asuste alguien (Sobre todo ese grupo tan amplio de mujeres
que se supone que se han sentido tan atraídas por esto de la dominación, y que
a raíz de leer el libro han querido ser sumisas).
Mucho folleteo, pocos azotes y más de una película de humor
que de D/s, al menos para los que sí que vivimos esto en nuestro día a día.
No pagué en su día para ir a verla al cine, ni lo haría
ahora. Como película de una noche de
domingo de esas que dan en un canal público, tampoco esta tan mal. Seguro que a
más de uno le anima la velada.
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