Hace un rato, en una conversación de chat, con una persona
con la que llevo unos días hablando, pero a la que he leído mucho en foros y
webs y de la que ya me había hecho una idea previa, (hasta puede que errónea)
me ha venido a la cabeza una palabra: Magia.
Después de la charla, y sabiendo que me tocaba escribir post
he entrado a mi blog… si, sigo releyéndome a mi misma… Quizás en un intento
imposible de tratar de encontrar algo que siento perdido.
Y me encuentro con
esto:
Y… veo que en ese momento, hace 6 años, ya hablaba de “magia”.
No he podido evitar sonreír.
A pesar de los pesares, sigo creyendo que es la mejor
palabra para definir lo que se crea en una relación D/s. (porque efectivamente,
sigo creyendo en la D/s ).
Esa sensación tan tremenda, que te recorre cuando estas con
la persona con la que decides compartir una relación de este tipo. Ese
cosquilleo que te llena por dentro, cuando ves como esa persona avanza hacia lo
que tú quieres. Esa ilusión con la que llevas cada día compartido.
Momentos que a pesar de lo corrientes para algunos, tienen
mucho de emocionante, como cuando le colocas el collar a tu sumiso
precisamente porque sabes que aun sin llevarlo puesto, haría lo mismo por ti.
Y crear esa magia, no es algo sencillo. Como decía en ese
post, lleva su tiempo y ese tiempo es el necesario para que todo resulte tan
perfecto como tiene que serlo.
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