17 nov 2016

Soñando despierta.



Anochece…
Estoy sentada en mi balcón y cierro un momento los ojos.
El recuerdo de tu respiración entrecortada viene a mi cabeza.
Aquel momento, uno de tantos que sólo son nuestros.
Madera, cuerdas… tus brazos alzados.
Tu mirada…
El calor que pronto trasmite tu piel.
Tus gemidos, mis susurros…
Siempre más.
Uno más…
Perdemos la cuenta.
Tu mirada…
Un roce que vuelve a acelerar tu respiración.
A veces las caricias son más peligrosas que los azotes.
Vuelvo a abrir los ojos y recupero la normalidad.
Lo intenso de lo vivido siempre deja huella.
Y saber que queremos aun más me hace cerrar de nuevo los ojos.


2 comentarios:

Demian dijo...

Uno jamas regresa integro de esas punciones del deseo... Hermoso poema.

analia dijo...

Los sueños... sueños son, escribía Calderón de la Barca.
Pero cuando estos sueños son recuerdos de momentos, de realidades vividas... y de realidades que se pueden repetir.... no solo son sueños, son emociones, vivencias, sentimientos... que siempre se pueden y se desean volver a vivir....

Siempre Un Placer AMAISTHAR

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