Cuando ya llevas varios años en esto, es inevitable encontrarte
con mucha gente.
Con unos compartirás ratos cibernéticos, con otros risas,
con otros algunos debates, y con algunos grandes momentos.
En ocasiones hay personas con las que a lo largo de un
tiempo surge cierta cercanía y buen rollo. Hay un contacto más o menos diario y
se crea una afinidad tanto personal como bedesemera.
Hay buenas charlas, momentos de compartir experiencias y deseos,
conversaciones sobre lo que quizás podría ser un acercamiento…
Y de repente… esa persona desaparece sin más.
Muchos pueden ser los motivos, algunos diréis que eran
simples pajilleros (yo creo que de estos no tantos, al menos conmigo, pq no
creo que mis conversaciones sean propensas para facilitar onanismos), otros que
será por inseguridad, por miedo…
Supongo que esto no me ha pasado a mi sola, pero sólo puedo
hablar de lo que yo he sentido en estas ocasiones, que por desgracia han sido
varias.
Me he sentido gilipollas… Si, así. Con todas sus letras:
* G
I L I P O L L A S *
Cuando te tomas tu tiempo en charlar o mejor dicho en
conocer a alguien, recibes parte de ese alguien pero de alguna manera también das
una parte y ver que algunos no valoran eso, cabrea y mucho.
Y lo siento, pero no entenderé nunca que alguien salga por
la puerta de atrás… Sin dar una explicación
Claro que puedo entender que alguien tenga dudas, miedo o
inseguridades pero creo que eso no tiene nada que ver con dar la cara y dar una
explicación antes de marcharse, aunque solo sea por el tiempo compartido, por educación
y por respeto.
Y si rizamos un poco más todo esto, llegamos a donde quería:
¡¡ Vuelves a encontrarte con esa persona!!
Algunas veces te dan excusas imbéciles, y les mandas a paseo
tan rápido como han llegado.
Y otras veces te dan explicaciones razonables… que aunque no
compartas puedes intentar entender.
(En este punto, vuelvo a plantearme lo de ser realmente
gilipollas).
Y sin poder explicar realmente como, se vuelve a crear
cierta cercanía: nuevas conversaciones, buen rollo, y otros momentos
agradables.
Pero... entra en juego una gran amiga:
La Desconfianza
Y si, en esas conversaciones también pueden existir promesas
de que algo así no volverá a suceder, incluso puedes llegar a ver cambios en
esa persona que te hacen creer que algo es diferente…
Pero quieras o no, no puedes evitar desconfiar de alguna
manera.
Y si normalmente para pensar en tener algo mas con alguien,
se lo complicas todo lo que puedes y mas para que se gane el estar ahí… con
estos “guadianas” tienes un sentimiento
de duda constante, en el que por mucho que pongas pruebas y veas hechos, algo
dentro de ti necesita mucho mas.
Y tengo la sensación de que es un sentimiento que no se irá.
Quizás tenga que hacer mío eso de que “ya tuvo su
oportunidad” y no pensarlo más. Dar carpetazo a historias de este tipo y no
perder el tiempo… Pero si, soy de esas que me como la cabeza y por alguna
extraña razón (que desconozco…) creo que aun hay gente buena, que mete la pata
y aunque tarde, se da cuenta.
Pero entonces, ¿Cómo llegar a una solución?
Todos tenemos claro ya a estas alturas que no puedes pensar
en tener algo con alguien, cuando tienes dudas, cuando desconfías… Pero también que no se puede ignorar esa sensación
de... ¿Y si…?
Dilemas eternos. ¿Alguien sabe la solución?
5 comentarios:
Difícil es la solución y menos me atrevería a aventurarme en darla...
Supongo que el dilema entre el corazón y la razón siempre estará en nosotros... pero sean cuales sean las decisiones que se tomen hemos de pensar que eran las correctas, al menos en esos momentos.
un Placer AMAISTHAR
Creo que de eso todos conocemos bastante, y coincido contigo en que te comes mucho el tarro rebobinando tu comportamiento, para intentar descubrir donde se rompió la cadena y descubres que se rompió del otro lado con una despedida a la francesa, y duele porque pusiste sentimientos ahí, y si te sientes muy gilipollas y lo peor es que no se suele aprender, un beso en tu mano de Compi__
Uhmm Todas tenemos nuestro "guadiana" particular.
Como bien has dicho... si en su momento, no tuvo la Valentía de dar una explicación, que no es necesário complicarse las neuras, un simple y consabida frase tipo:"No eres tu, soy yo" ¿Es ese guadiana merecedor de esa hipotética segunda oportunidad? Para mí no,Porque cada dia me valoro aún más y con ello aumenta mi nivel de exijencia.
Y si...? Y si lo hizo una, las probabilidades de que lo haga otra vez, son altas.
Un saludo
Lady Anairu
Quizás no sean los adecuados, quizás esté muy alto, quizás parezca inalcanzable, quizás sean locuras las que estoy diciendo
solosualkeento
Solosualiento
A veces es difícil llegar a conocer a la persona para saber realmente lo que ocurrió, sientes esa espinita clavada que te queda, no sé si es remordimiento u otro sentimiento, esperemos que el tiempo, como buen maestro nos enseñe
Me gusta como escribe
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