Esto de sentir, cada
vez me resulta más complicado.
A veces no sé si guiarme por mis “auto-principios” o por lo
que siento en cada momento y es algo que me crea pequeños conflictos
interiores.
En ocasiones creo que debería cerrar los ojos y caminar pero
es evidente que el miedo a caer está ahí, y no me deja hacerlo.
Cuando menos te lo esperas, aparece algo o alguien que de
alguna manera consigue que ciertos pilares de tu manera de pensar se tambaleen,
y aunque a priori son pilares sólidos te descubres a ti misma con ganas de
dinamitarlos y hacerlos caer para no sentirte culpable por disfrutar de aquello
que te apetece sentir.
Hace un tiempo, que esa idea de “disfrutar del momento y
simplemente guiarte por lo que te hace sentir” me acompaña demasiado cerca,
pero no puedo evitar que mi parte racional tire del freno de mano para intentar
reconducir la situación.
Y ahora es cuando pienso que a veces un frenazo, puede ser más
peligroso que continuar en ruta.
Que complicado resulta siempre el tema de gestionar las
emociones, el querer y el deber.
Y más aun cuando lo que tú decides también afecta a otra
persona, a esa misma que te está ofreciendo tanto y que tanto te hace
disfrutar.
¿Frenar o Caminar?
O… ¿caminar despacio?
1 comentarios:
Soy de los que opino de caminar despacio... Contemplando lo que nos rodea y tratar de desvelar sus secretos...
Publicar un comentario