24 abr 2015

Si te he visto, prefiero no acordarme.



Hoy, a raíz de algo que le ha pasado en estos días de atrás a una amiga y que creo que nos ha pasado a todos alguna vez, voy a escribir sobre esos personajes con los que quedas a tomar un café y no aparecen… Se les traga la tierra como en las peores pelis de domingo de tarde. Nunca mas recibirás un mensaje y si tienes esa suerte, será con alguna excusa también de serie b porque hasta en eso son poco originales.

Esto me ha hecho pensar en la confianza e ir un poco más allá:

Es cierto que para tomarte un café con alguien a priori no parece hacer falta mucha confianza, un café en principio no compromete a nada (aunque es un tema del que también habrá que escribir). Pero para todo necesitamos confiar, más o menos… pero es necesario. De hecho, sí nos afecta (y quien diga que no, miente) que nos planten  es porque en el fondo han roto nuestra confianza, y no solo con esa persona si no que  también con las demás ya que todos intentamos (o deberíamos) no repetir malas experiencias.  También, de alguna manera rompen nuestra propia confianza, al menos cuando a mi me ha pasado, me he sentido tonta de no haber visto con que personaje estaba hablando y de haber caído más de una vez en esa trampa (o tengo muy mala suerte, o seguro que no soy la única a la que le ha pasado más de una vez) y el cabreo es importante. Es más… yo hace tiempo que decidí no quedar a solas en “un primer café” así, si el elemento no se presenta al menos no habré perdido el tiempo y podré disfrutar igualmente de un ratito en buena compañía. Evidentemente así pagan justos por pecadores pero todos nos ponemos nuestros escudos evitando así cometer los mismos errores y tropezar con la misma piedra. Parece una tontería, pero un filtro tan simple como este ya hace correr a muchos “presuntos” que rápidamente buscaran unas excusa para evitar el café, que si quiero discreción, que si mejor estamos solos… bla bla bla, para tomar un café no hace falta tanta tontería, al menos que quieras algo mas y claro... así resulta más difícil. 

No entiendo en absoluto a este tipo de personas, no se… si no te gusta el físico de la persona a la que vas a ver (Creo que esta es una de las razones principales para salir corriendo) te tomas algo y te vas, ya está… Vale, ha quedado claro lo que buscabas y no pasa nada. Te has inventado todo un personaje caballeresco para lo más simple, intentar echar un polvo… ¡ y no te pongo!  ¡Genial ! No me voy a morir de pena porque tú mismo te has encargado de demostrarme que no vales la pena y no pensaré más en ti. Es así de simple. 

Yo le dije a mi amiga, que en el perfil de este personaje contará lo que le había hecho, y así (aunque evidentemente, cambiar de perfil hoy en día es de lo más sencillo) que se viera que tipo de persona era, porque es probable que este tipo se lo hiciera a más de una chica. Ella, como yo no hace mucho, cree que a todo cerdo le llega su San Martin, y si… así suele ser. Pero a mí me parece que a veces las matanzas tardan demasiado y si podemos ayudar a que esta gente no se pasee a sus anchas, haciéndolo lo mismo una y otra vez, pues eso que nos ganamos. 



¿A cuántos de vosotros os han plantado?

0 comentarios:

Publicar un comentario